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miércoles, 22 de junio de 2016

Macri & la magia


Publicado en diario La Capital, 22 de junio de 2016

“No se puede hacer mas lento”… eso decía René Lavand, mientras escamoteaba el rey de piques y la reina de corazones. El habilidoso manco, que se paseó por el mundo demostrando que se puede embaucar a cualquiera con un mazo de cartas y un ejercicio indebido de la distracción, es uno de los ejes de cuanto nos pasa. Distraídos con los cuentos del prestidigitador no advertimos que, cuando nos oferta que miremos, la trampa ya está hecha. Como el artista, aquí la hicieron despacito. Una larga década.
Boris Vian, aquel escritor francés de las décadas 40/50 contaba en su libro “La espuma de los días” que los jóvenes enamorados en su pisito parisino veian salir  culebras de las canillas y ella tenía un nenúfar en el pulmón. Comenzaba el realismo mágico que después tendría continente y capital. Continente americano. Capital: Macondo. El estilo tuvo un campeón del mundo, premio nobel: García Márquez. Hoy peligra su texto básico, explicar a López sería, cuanto menos best sellers. Diez años de impunidad superan a cien años de soledad.
París ya era, desde 1920, la capital del surrealismo. Roma, junto a Milán, los sitios donde la mugre y la miseria de los arrabales de la pos guerra serían elevados a la categoría de arte por el Neo Realismo. Ni Tristán Tzara con su manifiesto surrealista, ni De Sica / Fellini con el neorrealismo empatan la carta de la ex presidente: “yo no le di la plata”. Que quede claro, es el dinero apretado en bolsas de consorcio y revoleado por el tapial, dentro de un convento habitado por tres monjitas, en un apartado sitio de la provincia país: Buenos Aires.  El revoleador es su amigo desde 1991 y autorizador de toda la obra pública en el reino de Néstor y su heredera.
La novela negra yanqui avisa que se necesitan dos para bailar el tango (Two for Tango) e iguala al coimero y el coimeador. La sociedad capitalista se basa en los impuestos. La frase de Dick Tracy (“el crimen no paga”) en Argentina es una tontería, una inocentada. Aquí se coimea, es otra cosa. No es delito en Argentina.
Cuando una bella joven se escribe en la piel “no fue magia” y refiere su tatuaje al amor por una administración de la cosa pública, sin cuerpo de doctrina, sin bases, sin teoría explicitada cuanto menos en un papiro, lo que indica es un grado altísimo de afecto y sumisión. Un acto clarísimo de fe. Con respeto: una “Hare Krisna” de suburbio ideológico, bombo y marchita. No fue magia, fue un grito de corazón.
La espiritualidad es una cosa. Las sociedades otra cuestión. La fe es el basamento  de todas las ideas irracionales, basadas en una persona, en una actitud, y nunca en un juego de análisis y posibilidades, un cuerpo de doctrina que acerque las cosas a lo posible y lo equilibrado.
Robin Hood es el ejemplo mas claro del ímpetu junto a la ilicitud que, por la injusticia precedente, consigue el aplauso, la adhesión. Las sociedades sólidas no necesitan Robin Hood, ni subsidios a la pobreza por 15 años. Son peligrosos los justicieros, los vengadores, los iluminados. Los pueblos que no frenan ante el desfiladero se caen con estos sujetos. En el siglo XXI tampoco precisan princesas,  ni coroneles como Aureliano Buendía. Precisan un contrato social cada vez mas claro, mas moderno, mas posible. La instrucción es el progreso, el porvenir.
Una mujer ululando tres horas sobre el pasado, el amor por su esposo muerto y la enconada lucha contra los enemigos totales (todos, todos los que se oponen a sus caprichos, en rigor) es eficaz para la alucinación, nunca para el porvenir ¿Qué mañana espera a quien vive con una historia que día a día se cambia, altera, reformula? Solo el sobresalto ¿Que cuento es el cuento donde somos felices, merecemos ser felices, pero por ahora no porque los enemigos no nos dejan? El siglo XXI no precisa una Juana de Arco de Rólex y Vuitton.
El saldo, sobre junio de 2016, es el atraso del honesto Estado Presente en las sociedades. Un Estado socialmente justiciero ha sido suplantado por un estado prejuicioso y fáctico. El mandato es durísimo: si no los meten en cana es porque son todos iguales. Se votó con esta intuición como mandato: Juicio y Castigo a los criminales de la coima y el peculado.
El crimen mayor de la monarquía populista es haber destripado el Estado de Derecho. El lenguaje revolucionario para una administración feudal nos ha hecho trizas como proyecto social. Somos una realidad que solo se explica con varias ficciones a la vez.

En este junio de 2016 Mauricio Macri, un ingeniero simplote, sin discurso épico y/o relato mitológico, sin dotes de orador, mas cerca de la tabla periódica de Mendeleiev que del surrealismo, el neorrealismo, la superchería y el realismo fantástico debe explicar al mundo que tiene fiscales federales buscando en toda la Patagonia, con retroexcavadoras gigantes, dinero escondido bajo la tierra. Que un intermediario embaucador (Fariña) tenía razón cuando hablaba de Robert Louis Stevenson y la Isla del Tesoro. Que en Puerto Madero, en el barrio inventado por su asesor, Carlos Grosso, cuentan dinero negro ante una cámara de vigilancia. Que el jefe de los piratas ha muerto y la heredera dice yo no fui. Debe hacerlo para pedir que traigan plata a estos pagos. No lo va a conseguir. Los ingenieros no saben de mágica ilusión, no la entienden, no la pueden explicar. En el mundo saben que somos peronistas, esto es, adictos a la magia. No intentan entendernos ¿para que?.

miércoles, 15 de junio de 2016

Macri & un gol en contra


Publicado en diario La Capital, 8 de junio de 2016


El fútbol no es una cuestión chiquita, el fútbol es una cuestión de estado. Con los clubes de barrio una cuestión de estado municipal, con los clubes como instituciones una cuestión de estado provincial-prestamos, crecimiento, protección- El fútbol como pasión y clubes como depositarios de esa pasión ó representantes de esa pasión constituyen un problema nacional. A Macri se le apareció el problema; hasta ahora es lo mas parecido un gol en contra.
Macri no puede decir que esta fuera del tema fútbol por una razón elemental, el es presidente de todos los argentinos–entre otras cosas- porque fue presidente del Club Atlético Boca Junios (CABJ) y tal vez muchos no lo recuerden pero, como presidente de CABJ, recorrió el país mostrando copas, yendo con jugadores famosos y viejos jugadores que lo acompañaban y en cada sitio decía; “ayúdame quiero ser presidente de la Argentina”. Mauricio no decía “quiero seguir siendo presidente de CABJ”. Como precandidato para presidente de la República Argentina recorrió el país mediante el uso del colectivo, la caravana, la cena, los banderines, las filiales. Mauricio Macri se paseó por el país con una llave que abrió cualquier domicilio: “Boca es pasión nacional”. En muchos sitios - en Rosario, en Santa Fe, en Córdoba, en La Plata no tanto como en el descampado- Boca no es prioritario, hay otras camisetas, pero el asunto fue claro, visible.
Desde Macri, pero antes con Ramón Cereijo, con Raúl Perette, el fútbol y la pasión están dentro de las cuestiones de estado. En el siglo XXI hay menos inocencia y nada de romanticismo.
En el caso de Macri el fútbol es una cuestión genética de estado, tanto es así que, cuando tiene que explicar que toma decisiones riesgosas, refiere a las decisiones que tomaba en CABJ (“no lo contrate a Maradona como DT cuando todos me lo pedían, como no voy a poder firmar un veto presidencial”)
En el 2016 el tema se complica porque las cuestiones económicas de muchos corsarios, filibusteros, mercenarios que están en el fútbol, pertenecen a la sociedad que aceptamos. También los preocupados por el porvenir.
Mas claros: esta sociedad acepta a Hugo Moyano, a Marcelo Tinelli, a Ted Turner, son actores sociales de primera magnitud. Se suman a los acompañantes de cualquiera de los tres mencionados los que, sin pudor, escupen la memoria del padrino mafioso que los alimentó por 30 años; Julio Grondona, el “Don”.Perdón, perdón, jugadores, representantes, directivos ¿Dónde estaban cuando Don Julio mandaba sobre campos y haciendas?
Los mercenarios no tienen patria, bandera, prejuicios, están allí para aprovecharse de una pasión, para hacer con ella negocios. Excepto un viejo dirigente de “Ciencia y Sudor de Villa Oeste”, emocionado en la subcomisión de ajedrez, tengo la intima convicción que no van allí como mecenas ad honorem,sino que van como filibusteros, tratando de llevar más dinero, más poder a su propio domicilio a su propio grupo –precisamente de eso- de poder.
Macri es presidente de todos los argentinos y el fútbol está en situación de calle, a merced de los mencionados corsarios, filibusteros, mercenarios. La ubicación de Macri es la del defensor el club que recibe un gol en contra, el viene (dirigencialmente) del futbol. El problema, sobre junio de 2016, tiene una referencia específica a dos cuestiones.
La primera cuestión es de que modo se resuelve, en Argentina, el negocio de la pasión por el fútbol, sus números, sus ramificaciones en la economía nacional, en los medios nacionales, en el humor nacional. Cualquiera entiende el viejo dicho de los periodistas adocenados:”cuando Boca pierde medio mundo llora, medio mundo ríe”. Risas y lágrimas. De allí viene Macri. De la publicidad del medio tiempo, del humor del lunes, de vincha, bandera y gorro, pero también “esponsoreo” de la camiseta, del referí bombero, del dinero ocultado o blanqueado en el mundo, de los petrodólares y la coima de los jeques, de la mafia rusa (ex gerentes comunistas manejando clubes y jugadores en Brasil, Inglaterra, …) y la preocupación yanqui por el terrorismo antiyanqui, financiado por los mismos que financian el fútbol de un modo tan negro, tan sangre, que asusta. Bueno, no asusta a todos.
La Segunda cuestión es de que modo se resuelve, dentro de la ley y en forma pública, la relación, la conexión de la que pocos quieren hablar. Sigamos esa secuencia. Barra brava. Delincuencia. Violencia. Droga. Policía corrupta. Jueces permisivos, corruptos. Dirigentes políticos corruptos. Sociedad que permite todo. Si alguien dice que no sabe de qué se trata, que no sabía, que aún no lo sabe, que recién se entera, es necesario advertir: la posibilidad de la tontería no debe esgrimirse. En este tema no hay tontos.
Hace poco, ante la requisitoria periodística, un presidente de Club de Fútbol en ejercicio contestó:” si, es verdad, hay barras bravas, no lo voy a negar, pero yo no les doy plata”… en ésa respuesta hay una cuestión tan fácil de ver que, como diría Antoine de Saint-Exupéry “no la vemos porque lo esencial es invisible a los ojos… pero allí esta”
La droga, el barra brava, el futbol y el dirigente, la corrupción, esos son los componentes de la sociedad; allí están. Sigamos con las metáforas cancioneras: ”aunque no la veamos la corrupción siempre está”.
Educación, Salud, trabajo, buenos sueldos a la cana, calles iluminadas, servicios, justicia rápida y pareja salvarían a la sociedad. Es decir: salvarían al futbol. Sin fulbito. Penal y gol es gol dicen los mafiosos. Y ganan. Hasta ahora.