Este jueves pasado (17/11/16) se podía leer en la página web de este diario lo siguiente: “Es un claro mensaje mafioso”, afirmó De los Ríos a este diario. El ataque contra el auto de la periodista podría estar relacionado con información que se difundió en la radio y en el canal sobre las obras que hizo el narco Delfín Zacarías en San Lorenzo. Puntualmente en el barrio Villa Felisa, la familia de este hombre que está preso en la cárcel de Olmos, construyó una plaza en la que incluso se instaló una placa. Esa plaza se construyó, según denunciaron en su momento en San Lorenzo, a cambio de que el municipio y el Concejo Deliberante le dieran una excepción al código urbano para levantar un gimnasio de tres pisos en una zona rural”.
La denuncia y los reportes sobre Zacarías incluían dos elementos llamativos. El afecto de la gente por el criminal detenido, al que recordaban con cariño y mas, de Delfín Zacarías y sus familiares añoraban sus donaciones. El apoyo de las autoridades, fue tan irrestricto que las fotos que aún circulan eximen a quien menciona el tema de mas argumentaciones, pero es evidente que no lo exime de consecuencias. Investigar el delito trae consecuencias.
Gloria de los Rios vio quemarse su auto. En las puerta de su casa. Las pericias determinaron que fue nafta, que fue deliberado. Es el séptimo auto quemado en San Lorenzo. Es el tercer periodista amenazado. Es evidente que la efedrina sigue viva. Y las investigaciones bien, gracias. Dormidas.
El caso Zacarías vincula de un modo extraño autoridades locales, mafiosos benefactores y la Casa Rosada. Tal vez la palabra no sea “extraño” sino silencioso, malévolo, criminal, complicado (de cómplices) para autoridades que, como en la canción,…” los que lo son, los que lo fueron antes…” No es este el sitio, pero los libros de visitantes de Casa Rosada indican a que altura llegaba este caso.
El mínimo repaso por las autoridades políticas remite a cuestiones de localía nunca bien explicadas, de sitios donde se sustanciaron las investigaciones con pocas ganas, de fuerzas policiales distraídas y autoridades provinciales al menos poco aptas para actuar en estos temas.
Si se quiere ampliar el mapa de las sospechas los informes sobre hidrovía, algo tan necesario como descuidado, remiten el tema a una geografía mas grande, menos cuidada, por lo tanto con mas excusas para la ineficacia.
Si la lente se vuelve mas exigente mirar el comportamiento de dirigentes gremiales (uno de ellos preso en el 2016) llevaría a que resulte imposible justificar dineros, economías familiares y tren de vida de muchos de estos “delegados”.
Que trenes que provenían de Bolivia, de Salta y Jujuy, se precintasen en aduana seca en Tucumán y se embarcasen en puertos santafesinos expandía el andar del misterio. Convengamos: los negocios de la droga son el gran misterio nacional
Que los puertos tengan cuatro soldaditos sin tecnología para cuidar la salida y la llegada de lo que sea lleva la impudicia y la inoperancia a sus extremos. Se puede hacer de todo que nadie vigila nada. Ni dirá nada, obvio.
El caso de Gloria de los Ríos no es nada mas que una advertencia (terrible) que señala en qué punto estamos en la provincia de Santa Fe y en la zona donde se embarca mas del 60% de los dineros buenos del país y por donde, esto es intima convicción, se embarca y desembarca sin control alguno aquello que se les ocurra a todos los delincuentes del mundo que quieran venir a habitar este suelo.
Con la monarquía K el asunto iba camino al olvido. Con el ensayo (prueba y error) de este gobierno MM el asunto está en superficie pero con el mismo mecanismo: maquillaje.
Las autoridades (todas) deberían juntarse pero que el intendente, el senador departamental, el titular policíaco (¿Cuál? Región, provincia, prefectura, Gendarmería, policía aeroportuaria…) junto con el ministro, el gobernador, mas la comandante Patricia se encuentren es poco menos que milagroso. Y… si…si acaso si los pidiese el Papa Francisco…
Sin bromas. Una periodista amenazada. Una comunidad que añora los beneficios de un líder narco y autoridades que han sido votadas por esos mismos nostalgiosos, dirigentes políticos que refrendaron su voto en varias elecciones y una serie de declaraciones que llegan hasta el presidente (Ja, narcotráfico cero… . Ja. Ja.) ponen el tema en este punto.
La sociedad esta desprotegida, asustada, complicada. La efedrina sigue viva. La colega tiene miedo y tiene razón.