- Horacio, dije yo, abriendo el programa, que hay una suerte de parnaso donde están Borges, Juanele y Raúl González Tuñón, y que después, en la contemporaneidad, hay dos personas que se merecen una altura, que son Juan Gelman y vos.
Muchas gracias por ponerme a esa altura.
- Y hay un hilo común que es poesía que se puede empezar a leer entendiendo las palabras, el sentido es el que le vas dando, hay un armado… No son herméticas, ni la poesía de Juan ni la tuya. ¿Qué miraste vos de Juan? ¿Qué hay de Juan en Buenos Aires?
Yo vi poco porque estoy caminando muy poco porque estoy muy enfermo de la columna. Pero mucha gente me llamó, amigos míos que saben la importante e íntima relación que tuve con Juan desde hace más de 50 años. Fuimos compañeros de trabajo en distintas redacciones, alguna vez uno escribía por el otro, y todo eso hico que nuestra amistad fuera muy grande desde los comienzos, yo te diría 1960, que nos conocimos. Hemos seguido con esa amistad más allá de las diferencias ideológicas, políticas, que las tuvimos sin ninguna duda, pero la amistad siempre estuvo por encima de todo.