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miércoles, 26 de octubre de 2016

Macri & la responsabilidad


Publicado en diario La Capital, 26 octubre de 2016

Macri y el problema mayor. La culpa de todo cuanto nos pasa. La continuidad no exime al anterior, pese a las malévolas distracciones de los funcionarios K que critican sin recordar su participación en el desquicio; tampoco disculpa al que aceptó la posta y sigue. Para lectores desprevenidos. Así como era Cristina la presidente y sus delegados no eran los responsables absolutos, sino ella, hoy la situación es similar. Mauricio debe aceptar que Argentina es su problema. Su responsabilidad.

La nota del colega Diego Veiga este domingo 21/10/16 estremece… “El otro extremo, la deserción escolar "a cuentagotas", esa que está indicando que en muchos barrios los chicos van esporádicamente a la escuela, enciende ahora nuevas alarmas. Nenes de 12 años que salen a buscar un sustento económico y lo obtienen de manos del narco, que lo utiliza como delivery o soldadito. Una realidad que lleva al municipio a admitir que se analiza la posibilidad de dejar este verano las escuelas abiertas para que los chicos estén allí y no en la calle”.

El problema de la desigual pelea (un pan contra un billete de 100 pesos al instante) no es nuevo. Se han perdido batallas y batallas. Ahora, al menos, se sabe.

En el mismo cuerpo de nota, un párrafo es terminal: “Los pibes que se codean con el delito a muy temprana edad tienen detrás de sí una historia, una familia, un paso o no por la escuela, por el dispensario. Es decir, hay datos que permiten encarar su realidad antes. Urge hacerlo antes de que terminen acribillados a balazos…”   

La nota desnuda el hecho. Todos sabemos qué pasa y desde cuando pasa. En los barrios la violencia es excesiva, casi inatajable. Esta violencia afecta a todos y los mas vulnerables son los menores. En los menores el arma homicida, la disputa, la transmisión del delito que termina construyendo otra sociedad. El reconocimiento municipal (reparemos en la fecha: 2016) que el problema existe y requiere trabajo de varias secretarías es una confesión que, como todas, es tardía. En la misma nota aparece la constancia que el gobierno provincial acepta el problema: …”Esta semana el gobernador Miguel Lifschitz recorrió barrio Cametsa, Colombres al 2800. Una zona signada por la violencia cuyos vecinos habían estado unos días antes en el Concejo detallando cómo es vivir allí. En la comisión de Seguridad que preside el justicialista Diego Giuliano dejaron en evidencia que en esa barriada las amenazas narco y tiroteos constantes se codean con escasos patrullajes y poca iluminación…”

Hablemos de responsabilidades. Estamos en este punto. En el 2016 autoridades municipales y provinciales (las nacionales no asumen su rango: responsables mayores) aceptan el problema. Es un dato. El verdadero dato cruel es que antes no se aceptaba. Que las declaraciones, los viajes, las conferencias, las fotos, ay, las fotos de tantos y tantos funcionarios simulaban aflicción pero no había tal. Para los actores políticos el problema no existía o peor aún: ellos no tenían nada que ver con lo que sucedía. Hoy muchos siguen excusándose. Aún hoy se menciona “ la pesada herencia”.

Ahondemos en el problema. Nada indica que estos barrios rosarinos sean una pústula maligna en un cuerpo sano. Si el territorio central de Argentina tiene la misma composición que Rosario está claro: es imposible evitar que pensemos la realidad a partir de lo conocido. En todo el Gran Buenos Aires este es el problema. En el Gran Córdoba y el Gran Mendoza. Sobre el 70% de la población.

El problema es violencia, inseguridad, falta de leyes, de control, de gestión, de esperanzas. Las tres nuevas pestes. Violencia Urbana. Código narco. Corrupción estructural. Problema triple que se agravó porque en el Siglo XXI el discurso, el relato, la puesta en escena y las supuestas soluciones ignoraron, escondieron, negaron que sólo a partir de la realidad se puede construir. Negaron esa realidad. Hoy la sociedad con la Narco constitución aparece cercana. A la vuelta de la esquina. Hay barrios que viven con el Código narco como su ley magna. Los funcionarios se asustan. Susto. No es otra cosa.

Los barrios rosarinos, como la ciudad y la provincia, han tenido y tienen actores políticos que son la continuidad de los que existían o, en muchos casos, los mismos que existían. Concejales que hace 20 años que están en el Concejo. Senadores Provinciales que hace 20 años que están en el cuerpo. Hay quienes han sido concejales, diputados, ministros y comparten el almanaque con estos problemas de los que nadie se hace cargo y que la nota del colega menciona.

Por primera vez, oficialmente, una secretaria de un área sensible abre sus números y cuenta el asunto. El problema. Que desborda a la sociedad. Tal vez la castiguen.

En Rosario, en la provincia, en Argentina muy pocos pueden decir yo no fui. Cuando, durante la monarquía de baja intensidad, sosteníamos que NK primero y CFK después, debían responder por todos los sucesos simplemente eliminábamos intermediación parasitaria, corrupta e ineficaz. El sistema es presidencialista. Los ejecutivos acumulan poder.

En la ciudad, la provincia y la nación hay sayos y alguien debería probárselos. Tal vez le quepa a mas de uno/a. Ha pasado un año desde que los gobiernos municipales y provinciales triunfaron. En noviembre se cumplirá un año de Mauricio y su balotaje. Continuidad asegurada de leyes y  juridicidad de los delitos. Entre CFK y MM un latinazgo que resuelve el tema: “Mancomun et insolidum”.

Como dice el eslogan de los avisos. Todos juntos podemos. Bueno. Eso. Arreglémoslo.

miércoles, 24 de agosto de 2016

La justicia en el banquillo


Publicado en diario La Capital, 23 de agosto de 2016

Fin de la escribanía parlamentaria. Fin de la monarquía populista en el Poder Ejecutivo. Comenzó setiembre de 2016, toda la sociedad sigue revisándose. Pocos asuntos en silencio, pocos funcionarios “intocables”. Las declaraciones públicas convocan a relecturas y reflexiones. La justicia deberá elegir: banquillo o transparencia.

“Los jueces no tienen competencia en temas de seguridad; sólo están adiestrados para intervenir en un caso individual y resolverlo conforme a los principios y la ley aplicable. Por ello, el espacio de decisión de cada juez es sagrado y ni un juez de revisión, ni de la Corte, pueden indicarle a otro juez cómo resolver un caso o qué pena aplicar. Mucho menos puede hacerlo un funcionario de otro poder del Estado”. Eso declara el Doctor Erbetta. Reportaje incluído en la edición  dominical de este diario (21/8/16).

En la transición entre Jorge Obeid (FPV) y Hermes Binner (FPCyS) su nombramiento como Juez de la Suprema Corte Provincial puso en el cuerpo un hombre con respuestas políticas claras y vehementes, cercano al Dr Zafaroni y su doctrina garantista. También a las políticas K. Es un ejemplo, no oculta sus sentimientos. Demuestra su espíritu de cuerpo. Eso es buenoi.

En la misma edición escribe el colega Diego Veiga. Suma al tema con datos insoslayables. “En tan sólo cinco días, esta semana en Rosario murieron cuatro personas. Dos en ocasión de robo y otras dos en medio de una balacera, presuntamente entre bandas delictivas. Con estas muertes ya suman 132 homicidios dolosos ocurridos en los 233 días que transcurren del 2016”/…./ “En el medio se desató una crisis en la cúpula policial y en tan sólo ocho meses de gobierno, la provincia ya tuvo tres jefes de Policía.”

 Casi el 90 por ciento evalúa "mala o muy mala" la lucha contra la inseguridad. El sondeo fue hecho por la empresa Nueva Comunicación, antes del nuevo estallido de episodios virulentos”. Es parte del comentario de otro colega: Mauricio Maronna. En su columna dice: “La jueza Luciana Prunotto le otorgó la libertad condicional al presunto asesino de Zulatto, pese a que fue condenado en 2010 por haber matado a una adolescente. Cuando le preguntaron adónde estaba el "sentido común" de semejante decisión, la magistrada mandó a preguntarles eso a los "legisladores que interpretan que la ley es válida". La calesita del despropósito, a partir del cual el ministro Maximiliano Pullaro pidió a Prunotto, y a otros jueces, "no hacerse los boludos".

No estamos tranquilos. El caso de “Pichon” Escobar, secuestrado y asesinado, con un fallo absolutorio en primera instancia para los presuntos implicados, por parte de un juez federal, motivó durísimos comentarios del Dr Ganon (Gabriel Ganon es un funcionario de la justicia provincial muy cuestionado por otros funcionarios judiciales) Las críticas a la pobre investigación que realizara la justicia provincial en este caso son parte del mismo esquema. El juez federal adujo falta de evidencias.

Erbetta, Pullaro, Silberstein, Ganon, el abogado Font, un funcionario de la gobernación Binner que no obtuvo autorización legislativa para integrar el poder judicial y que hoy es el mas duro crítico de las políticas policiales y judiciales de la provincia, muestran aristas verdaderamente punzantes.

Desde el ministerio del Dr Superti a la fecha (el jurisconsulto de cabecera de Hermes Binner) el tema judicial se ha complicado. La reforma judicial, que dejó  en manos locales, novatas y con nuevas tareas, la resolución de casos tremendos trae confusiones.  El gris de las jurisdicciones atrasa. La justicia, el poder judicial,  al cabo, no está en su mejor momento. Banquillo o transparencia

El tribunal es un  iceberg. Estos casos, todos mediáticos, todos públicos, son el 20% del problema. El 80% restante lo comportan los casos privados, donde el desamparo es superior y la protección mínima o nula.  Anonimato e injusticia no son el mejor futuro.

Un ejemplo nos asusta. Un fallo de la Suprema Corte Provincial, firme y definitivo, es cuestionado enfáticamente por un juez que, antes, aceptara aquel fallo como lo que era y es: definitivo. Hoy lo ignora.

Un privado prestó un millón de dólares. La empresa que pidió prestado el dinero quebró. En el acuerdo se aceptó el pago del 40%. Un juez, el tiempo y los vaivenes económicos, lo convirtieron en el 12% y, además, demorado, discutido. El acreedor hizo juicio. La Corte Suprema falló. Páguese mas, páguese lo que corresponde. Queja a la CSJ de la Nación. Nada. Páguese.

El fallo, con las firmas de Gastaldi, Falistoco, Erbetta, Spuler, no encuentra resolución en los tribunales inferiores. Han pasado años, querellas, incidentes y excusas. El mismo juez, contra cuyo dictamen falló la CSJ, que debería abrirse del tema, resuelve otras formas de pago. Dilaciones. Cambios. Contradicciones. Indisciplina tal vez. Acaso una posible anarquía judicial si se analiza verticalmente el tema de los fallos del Poder Judicial como cuerpo.

La justicia, cuando de privados entre si se trata, resulta  mas confusa, si hiciese falta; en tiempos en que la confusión es un problema social importante. Parece que un juez sostiene un poder independiente de sus tribunales superiores.

Un club con barras bravas declarados y otro sin barras bravas denunciados. Secuestros y asesinatos impunes. Violencia urbana. Inseguridad. Un juicio por dinero en el que la CSJ dice páguese y un juez decide no pagar, demorar, alterar. Son, cada uno, un caso. En la suma de casos una pregunta: banquillo o transparencia. La transparencia salva a todos.