Si bien es cierta aquella vieja ley que enunciara el compañero Lavoissier y nada se pierde sino que todo se transforma hay fisuras en algo tan natural que hasta los que nada sabemos las entendemos.
Las cosas se degradan pero no desaparecen. Viejos políticos transformados en comentaristas televisivos que cuentan el pasado que nos pusieron en este sitio como si ellos, cuando fueron protagonistas no hiubioesen estado por estos pagos sino en playa de Carmen, sitio paradisíaco que dicen que existe. Otro sitio paradisíaco dicen que es CanCún. Estoy repìtiendo lo que dicen, nunca estuve allí y sostengo lo que afirmaba Geno Díaz, dibujante, humorista y pensador porteño:”Moriré sin conocer Disneylandia”. Cuando Geno lo decía había una sola, ahora hay varias Disneylandia’s porque el cuento del ratoncito se ha multiplicado. Por estos pagos no, porque son otros los cuentos infantiles y muy diferentes los cuentos para adultos.
El cuento del polvillo sin embarego, tiene algo de rebeldía ante el hecho consumado. El principal enemigo del polvillo en los hogares es el plumero. Ahora que es tan difícil la relación con los animales, a los que hay que cuidar, proteger y hasta defender del estres el plumero se ha vuelto dificil. Las plumas son de animales.
Ignoro como será el estress en los criaderos de pollos destinados al matadero a los 72 días, porque después la relación entre el morfi permanente y el engorde y el costo del alimento pierde su ecuación positiva. “Aquel tapado de armiño…el que yo te regalé…” Ese es un tango de imposible creencia hoy día. Raphael, el niño de Jaén, el cantor español y su tapado de visón es, hoy día, un atentado a la animalidad (crueldad) humana y el plástico trabajado químicamente se llama cuero artificial o cuero ecológico, inventado para remplazar aquella prenda de la época de los “beatniks” y sus camperas negras.
En las casas plumerear es un verbo diferente que realizan aspiradoras. Con el plumero el polvillo iba de la sala a la cocina y de la cocina al comedor, como en la cancioncita porque se sabe, el verbo plumerear no tiene un tiempo donde se conjugue extinguir sino lo dicho: trasladar.
El polvillo era la constancia que las cosas no son definitimante limpias y la tía, cuando pasaba frente a la cómoda apoyaba el dedo y luego lo mostraba. Tengo todavía una prima que lo pasa por encima de los cuadros del comedor. En la parte alta de los cuadros hay un santuario de los polvillos de varias generaciones que miran el Ouvrard que poseo con orgullo y que sostiene, en la parte superior de su marco, polvillo de varios inviernos y muchos veranos.
El trapo húmedo es un enemigo mortal del polvillo. El mismísimo lampazo sobre las baldosas un clásico de la guerra desatada en el comedor diario.
De la calle, una especia de dia D del desembarco aliado en Europa, vienen los polvillos donde el smog, el sedimento de la combustión y el resto de tierra urbana que se niega a desaparecer realiza una invasión.
He llegado a encontrar polvillo, claro que endurecido y muy frío, abriendo la parte del freezer de la heladera.
Nadie sabe cómo llega el polvillo a la parte interior de las computadoras y al estuche de los lentes. El polvillo es el primer adelantado de una batalla cultural, emocional y básicamente bio ecológica. De aquel lado lo natural, de este la tecnología tóxica porque está claro que la bolsita de polietileno no es polvillo ni lo será, pero quedara intoxicando por siglos al planeta. Me dicen que hay islas, como si fuesen el novedoso Mar de los Zargazos, que se mueven por el mar sin destino, sin otro destino que sobrevivir a la raza humana.
El polvillo, si se mira de ése modo es mas honesto. Ensucia cuellos de las camisas, dejada ajadas las blusas y estropeado el límpido color de las zapatillas pero es casi natural casi humano.
En ciudades como esta, donde no se puede ir a visitar indiscriminadamente a los peces en un Acuario… para que no se “estresen” y parece, solo parece, que un estudio indica cuantos son los visitantes que pueden mirarlos por día y cuanta la luz que pueden recibir antes de ir al diván (lacanisno, transaccinal o freudiano) donde los peces contarán que no tuvieron triciclo de chiquitos, su mamá les pegaba y el Edipo es con un viejo sábalo, base de la piramide ictícola y que nadie exhibe por vergüenza, en esta ciudad comenzaré ya mismo a juntar firmas para la supervivencia del “wacky dust”, del polvillo loco, del “stardust”, del polvillo de estrellas, y de la vieja polvareda de las diligencias y la tropilla que salía de la vieja pantalla del viejo cine de barrio, de aquel cine donde había polvillo, polvareda y ganaban los buenos. Y ante tanto telgopor mi voto es / será si positivo para el polvillo y absolutamente negativo al cuero ecológico. Lucha inútil, las aspiradoras, aún las de mano, asesinan ese detalle de la pampa en lo alto del cuadro del living que es, además, un paisaje difuso de un campo en diversos tonos de verde, como la canción y el polvillo, excepto en películas de terror, nunca es verde. El polvillo no es metáfora de esperanza alguna. Y no pretende ser humano.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario