Publicado en diario La Capital,
El cartel en Entre Ríos y
Córdoba estuvo muchos años. Aún después que el negocio no existiese y
apareciese otro rubro, otras ventas en una calle que es la representación de la
ciudad. Calle Córdoba, sector peatonal, lo era de modo absoluto hasta la aparición
de los shopping que, como resulta lógico, no tienen la tradición (ni la buscan)
como la que brindan fachadas y edificios que encuentran (la tradición) del
único modo posible: con los años.
El cartel decía “Salud
& Prana” y cada vez que, ahora, con los años y el google a mano,
busco el significado y encuentro mi ceguera, confirmo el refrán: el que
no sabe es como el que no ve.
Llegué a creer que Prana
era un apellido. Lo referí, inclusive, a “salud y pesetas”, un augurio de
españoles en las despedidas.
“El
prana nos rodea, penetra en nosotros, está en lo que vemos, olemos, palpamos y
en muchas de las cosas que comemos. Mágica y vital conexión entre el
cosmos y nosotros, es la esencia misma de la vida. Sabemos
que se encuentra en los animales, en los vegetales y se supone que puede
hallarse en los minerales, durante un tiempo más o menos largo, después de que
se los separó de su fuente de origen”
Qué cosa llevaba a esa esquina a portar el cartelón
con la marca, la venta de panes integrales y de salud (caramba, se llamaba
“Salud & Prana”) es algo que ignoré por años. Jamás entre a comprar nada.
El pase por Panambí, mil saludos, el cruce de
Córdoba y Entre Ríos y una miradita a las chicas que salían de “filosofía y
letras” y el cerebro, teledirigido, miraba dentro de El Telégrafo y se
detenía en la sucursal de Clarín (sobre Córdoba, poco mas allá de Salud &
Prana) para la mínima mateada con “el Zoilo”, por 28 años corresponsal.
Una vez al año patrullábamos que siguiese firme la
escalera de mármol y los ascensores de La Favorita, sitio con emblemas eternos.
Esa escalera era la foto de muchos vestidos de novia y la definición que no
todo es venta y facturación por metros cuadrados del local.
Esos ascensores tan tranvías, tan lentos, tan bazar
y menaje, sección caballeros y artículos del hogar, tan siglo IXX son una parte
que se resiste al siglo XXI y es deber de románticos acompañarlos.
Como es deber la pelea para que nadie destruya
Córdoba y San Martín y ese edificio con el reloj en mitad de los ascensores.
Amenazas hubo, hay y habrá. Toda ciudad se debate entre mercantiles y
violinistas. Los violinistas (me incluyo) soñamos que algunas cosas deben
transmitirse de generación en generación, como la altura de los edificios en el
centro y los puntos de referencia. La Favorita uno de ellos. Los mercantiles
calculan el precio del metro cuadrado construido y piden la piqueta y la
chequera. A veces ganamos con nuestro violincito de una sola cuerda
(Guzla se llama, lo tocaba Discepolín) A veces gana la piqueta. O la
ignorancia, donde me incluyo. De viejo supe qué cosa era Prana, cuando el
negocio se había marchado. La vida es eso. Saber todo demasiado tarde.
vision fotografica..... y sobre ese cartel de "salud & prana" hubo durante años un cartel de " TRI NARANJUS"......
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