Google+ Raúl Acosta: Vaqueros #AntesQueMeOlvide

viernes, 4 de agosto de 2017

Vaqueros #AntesQueMeOlvide


Publicado en diario La Capital

Nací en un mundo donde no había pantalones vaqueros. Corrección básica. En un país donde no había vaqueros, ni cigarrillos con filtro, ni medias “strech” ni pulóveres de “banlón” (así se llamaban).

La historia cuenta que un muchacho aventurero, ligado a la industria textil yanky, decidió probar, sobre los ’50, pantalones para las mujeres. Robert Evans. Búsquenló. Tiene mucho que ver con la historia mas grosa del cine mundial. Un capo total. Muchísimo que ver. Bueno, soy anterior a eso que, por supuesto, cambió la moda para siempre.

Los cigarrillos eran sin filtro y fuertes. Tabaco paraguayo, correntino, salteño y los cigarrillos rubios no tenían ese sabor (creo que le dicen ”bouquet”) que apareció, con todo lo que yankilandia puso para la conquista final, mas allá de 1957 o desde ése año. Antes eran años de Sportman, Arizona, Fontanares, Continental, Particulares, Colmena. Cigarritos “Avanti”. Toscanos. Tabaco para armar. Je, el que ahora volvió.

Había que fumar para empezar a ser hombrecito. Y no toser ni lagrimear con el primer topetazo del humo en la garganta, después en los pulmones. El cuerpo al comienzo se resiste a estos vicios. Solo al comienzo. Sucede en todos los casos y para todos los vicios. Camel sin filtro y acaso el ideal de hombre rudo era Humprey Bogart un masculino feo, con un cigarrillo en la boca. Adoramos a Ingrid Bergman, a Marlene Dietrich. Mujeres fumadoras de largas boquillas.

Entraron los Levy’s por debajo del paralelo ”no se cuanto” allá en el sur. Entró el chicle globo, si, claro que si, los primeros “bazooka” que además de masticables hacían globos. Los guardábamos como a las dentaduras postizas de los abuelos, en un vaso con agua para volver a masticar (¿o se decía mascar?). Nada es puerco si es moda.

Far West y Topeka las marcas nacionales con esa tela que era, precisamente, la dura tela de los vaqueros.

El avance de Chesterfield, de Lucky Strike, de los Camel trajo el otro sabor (“bouquet, quedamos que lo llamaríamos bouquet) y un día aparecieron los cigarrillos con filtro. Gloster se llamaron los primeros nacionales con filtro.

Es que el asunto, con esa argentinidad que nos define, se dividía en importados y nacionales. No era para cualquiera un vaquero importado. No señor. Las mujeres, a poco que se dieron cuenta comenzaron a usarlo. Originalmente una prenda de trabajo por lo tanto el ruedo, la botamanga, se doblaba porque no importaba tanto la estética pero, una vez mas, la estética la indicaba la clase dominante y se usaban doblados. Todos los usábamos doblados y listo. Con la bocamanga engordando los tobillos. 

Con los vaqueros los cinturones anchos y de un cuero mas rústico. Y las camisas “leñadoras”.

No creo que sea posible que alguien crea esta constatación. No hay solución. Conviene, manualmente, dar vuelta la página. En aquellos años tampoco había control remoto, acaso el mas importante censor que tiene la modernidad.

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