El intendente santafesino y titular del radicalismo es quien ha impuesto condiciones a estas elecciones. Tal vez ese protagonismo sea conveniente, tal vez no. Acaso sea protagonista, pero no el eje definitivo de la historia. Proponemos puntos de discusión (ya llegarán los momentos de síntesis) para entender que (políticamente) se viene en la provincia y, básicamente, en Santa Fe y Rosario. El 72% de los votos.
Eduardo Duhalde es quien propone que una encuesta mínima defina si Carlos Alberto Reutemann puede ser candidato o no. El peronismo estaba al borde del nocaut debido a la defección policíaca de Antonio Andrés Vanrell, “el trucha”, vicegobernador en ejercicio y autor de una tropelía que el periodismo santafesino desenmascaró.
Conozco ésa jugada política desde aquellos días de febrero cuando se ”probó” la recepción del nombre. Lo demás es historia conocida. La Ley de Lemas, el triunfo de la lista de Reutemann como la mas votada, la sumatoria, la gobernación.
Un peronismo amarrete, mendicante de puestos que no se conseguían fácilmente (las “chapitas”) y una economía sin robos ni gastos superiores a lo que se recaudaba. Santa Fe quedó “alambrada” ante los vaivenes. Por 16 años.
Cobardía, venganza contra “Lole”, escasa visión, es Jorge Obeid, natural de Diamante, Entre Ríos, quien entrega la provincia a los K. También a un engendro político con éxito en Rosario de la mano de Binner.
Nada de robo, desconfianzas y fuerzas antiperonistas reunidas en el FPCyS (Frente Progresista Cívico y Social). Amantes de los sellos de goma portaban algún peronista en sus gabinetes. Poca monta. Gorilismo explícito.
El arribo del FPCyS a la gobernación fue traumático. No lograban llenar todos los cargos y el socialismo, de natural desconfiado, metía conocidos antes que capaces. El radicalismo fue parte definitiva de esa toma de la Casa Gris. La relación con la policía aún hoy la estamos pagando.
En sustancia la provincia de Santa Fe volvió a quedar “alambrada” contra el grupo K, que humillaba, pero no doblegaba en votos al FPCyS. El radicalismo territorial ayudaba. Fuerzas menores coexistían, como los pececillos bajo el vientre de la ballena.
La ciudad de Santa Fe cobró protagonismo. Un poco la culpa socialista (nacidos y/o criados en Rosario) La firmeza del radicalismo de Santa Fe el eje. Ortodoxos, desconfiados los mormones socialistas. Campechanos y poco fiables los integrantes de la multitud radical. El eje K era suficiente para la cohesión. Los radicales con peso específico fueron de la ciudad capital. Storero, Schneider, Barletta, Corral suman, en escala, a esta preponderancia. Medios de comunicación, presupuestos universitarios, juventudes y lo fundamental: votos.
Mauricio repite conducta. No es el Lole. La presencia del PRO Cambiemos altera la ecuación. Con el Midachi candidato a gobernador dos veces el peronismo no K entiende diferente el futuro. Finalmente es aliado. Reuteman, Espinozi, Vucasovich, Nicotra suman votos y estructura a “pibitos” muy mediáticos, atropellados y poco conocedores de las rutas de la política territorial. Aún la desconocen los aprendices de CEOS.
Solo 500 votos separaron al Midachi, con un radical rosarino en la fórmula, de la gobernación. El triunfo estuvo muy cerca. Dos años después el nudo: Macri y sus estrategas territoriales no aceptan compartir el tema con el peronismo no K. Los radicales provinciales pueden salir del progresismo y tener participación nacional con un proyecto de neo liberal de centro derecha democrática. Cualquiera (Carrió es el mejor ejemplo) puede sugerir un candidato que represente a Santa Fe y la pregunta del nudo del 2017: ¿ PRO Cambiemos respetará Santa Fe o el proyecto Mauricio es unitario y claramente neo liberal sin derecho a réplica?
Corral ha triunfado al imponer la lista cerrando (hay testimonios) la cuestión Boasso con una frase: ” es una decisión política tomada”. Su candidato, el profesor Cantard, ha declarado : ”la culpa es del gobernador al no desdoblar las elecciones”. Ante un periodista tímido funciona. Cantard dice queríamos ser progresistas y liberales de derecha a la vez. Eso es feo. La lista de Corral es “ni”. Cantard, Laspina, Lehman, Scaglia. Ni rosarinos. Ni progresistas. Ni siquiera radicales activos. Eso si. No está Rosario incluída. Luciano Laspina es un honestísimo funcionario nacido en la ciudad, pero con actividad política en Buenos Aires, donde vive.
Con una estrategia diferente el socialismo, el “socio intelectual” del FPCyS ha caído ante el impertérrito Corral y su táctica. Buscó al que mas mide en ciudad de Santa Fe para enfrentarlo ahora, pero con el pensamiento puesto en el 2019. Ese es Jatón. El socialismo en la ciudad capital es eso: un pacto con lo mediático y coyuntural. No hay ideología, filosofía ni coherencia. Creen que Rosario es de ellos con cualquiera. Hum.
La lista a diputados nacionales del socialismo presenta una minusvalía notable. Todo voto positivo será tarea del gobernador ¿era ésta la lista del gobernador? Bonfatti, Henn, Ciciliani era la lista obvia. Con el peligro de la denuncia por paridad (algo que Corral salvó sumando a la Scaglia) pero cerraba el circuito de actores políticos con peso específico.
Corral no quiso abandonar la intendencia y eligió quedar en manos de Macri y su armado neo liberal de sucursales. Cabeza de ratón. Piensa en la gobernación 2019. Está ganando posiciones.
Bonfatti eligió quedarse en la Cámara de Diputados de la Provincia y no presidir el “bloque progresista” en la Cámara de Diputados de la Nación. Mas cabeza de ratón. Tenía los pergaminos, la camiseta, la pelota y el arquero distraído. No pateó. Piensa en la gobernación.
Corral y Bonfatti jugaron su partido. Ambos omiten dos detalles (M.L. y O.P.) El gobernador es Miguel Lifschitz, con su fracaso terminaría el ciclo socialista. Omar Perotti (PJ) ya tiene dos corceles blancos para recorrer la provincia pensando en el 2019. Se bajará en cada pueblo. Pensando en Bonfatti. En Corral. También en la gobernación. Hoy por hoy creo que sonríe.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario