En las definiciones que desde el sur se deben tener para con las pre listas de junio, las listas de julio, las candidaturas de agosto, y las elecciones de octubre, el peronismo sureño tiene sus problemas.
Acaso el mayor problema es que quien tuvo votos positivos en 2015 (Senador Omar Perotti) tiene sus propios mecanismos especulativos en los que parece mas importante su perfil y sus encuestas que las cuestiones territoriales. Al senador le importa tres cominos el 2017, viaja y sonríe disimulando su renquera sureña. Cuando necesite votos del sur acaso los encuentre. No se sabe. Por ahora ni seducción ni conocimiento. Se siente cómodo mirando el partido desde la tribuna. Era un dirigente territorial que ahora confía en el poder mediático. En el sur no tiene existencia real. Puntos suspensivos hasta noviembre. Esa es su actitud.
La discusión entre Amalia Granatta y Alejandro Grandinetti por las candidaturas del FR es francamente divertida. El diputado dice que la niña con él no habló y la niña, a su vez, refuerza sus pretensiones con una verdad incontrastable: Grandinetti no hace trabajo político partidario en el territorio. Recordemos. Ambos provienen del “partido mediático”. Para completar la sonrisa una bella diputada de la región Rosario (Casilda) la señora Massetani, no dice nada. Tiene tantos pergaminos como Grandinetti (cero antecedentes) y es tan bella como la Granata. El silencio es “salú”. Como se advierte no estamos hablando de política partidaria. Es que depender de Sergio Massa tiene esa ventaja. Sobre este fin de semana (cuando se escribe la nota) hay tratativas para que otra sigla partidaria asegure la candidatura de la Granata y así se integre al Frente Renovador sin sonrojos y con libertad de movimientos. Algo es seguro. No hay ideología en estos muchachos. Hay enojos. Aparentan celos de cartel entre ambos.
Desde Vernet / Cevallo / Rubeo/ Lamberto/ que el peronismo no tiene firmeza donde está el 60% de los votos de la provincia. Los rosarigasinos no definían las elecciones cuando había líderes peronistas plenos. Votaban a Reutemann a regañadientes y a Obeid tapándose la nariz. Gualberto Venesia, antes Robles, después Muniagurria, finalmente María Eugenia Bielsa no se puede decir que tuvieron línea interna. Fueron vice gobernadores. Su firma y sus pilchas. Poco mas. Solo Venesia con un 15% obtenido en una antiquísima interna, exigía puestos para sus partidarios íntimos. Remito a la frase electoral del Lole. “Hay que llegar a Rosario con 100.000 votos de ventaja para ganar la provincia, en Rosario somos muchos, pero ellos también…”
Marcos Cleri, integrado a la Cámpora y Roberto Sukerman, desintegrado de todo, se acercan a una postura positiva. Uno quiere estar en la conversación, el otro volver. Son jóvenes. Todo puede ser. Diego Giuliano desea una candidatura a diputado nacional. Trabaja hace años.
Layús es un emergente gremial (bancarios) y Agustín Rossi un eterno candidato. No serían prendas de unidad. Ideológicamente son impecables. Son de raíces peronistas, pero inclinados al sector K.
En CABA preguntan por la Bielsa. Que no iría con ninguno de los hasta ahora mencionados (hay odios siderales con muchos) Solo le queda participar en un frente de centro izquierda que por ahora reúne a los chicos de Giros (Monteverde y señora) Carlos Del Frade, Rubén Giustiniani y, acaso, Eduardo Tognoli, el hijo de la tranquila diputada Alicia Gutiérrez. El 6/7/8 periodístico rosarigasino, que tanto trabajó contra Anita Martínez y el Midachi Del Sel, tiene allí la mitad de su corazón. No es poco. La otra mitad del corazón del 6/7/8 rosarigasino está empeñado en destruir a MM. Es un trabajo sin desmayos.
Alejandra Vucasovich, Luis Rubeo y los senadores provinciales perucas luchan contra una eficacísima maquinaria que niega espacio al peronismo pero hay algo incontrastable: el 25 % de CFK y el 15 % del PJ que dice si, soy peronista pero con CFK no estoy pone la situación donde siempre estuvo. El peronismo reunido triunfa en la provincia y, de hecho, en el sur. Si el peronismo tiene un candidato “light” (Giuliano, Grandinetti, o similar) los votos aparecerán. La apuesta del FPCyS es que no haya peronistas unidos y tranquilos. Revoltosos e insultantes. Esa es la receta. Y divididos.
Que se entienda. PRO Cambiemos ganó ofertándose como salida ante un mal mayor. Asociado al radicalismo. Copió el esquema socialista que hace varios años hace lo mismo. Somos el mal menor ante el peronismo… y vamos asociados al radicalismo. Javkin es el último eslabón posible de este artilugio electoral. Un ex UCR y ex “lilito”.
El desprestigio de la actual gestión es mayor que sus desaciertos, que existen pero no tan, tan, tan y contra ese “prontuario de ambiente” es difícil luchar. Todos aconsejan la lectura de “Il Gatopardo”.
El radicalismo rosarigasino no tiene candidatos fuera del FPCyS como para enfrentar una lucha abierta. El socialismo sigue en terapia intermedia. El PRO Cambiemos espera a los radicales y peronistas que integran sus filas (hecho rarísimo, pero real) para saber quien queda cuando sacudan el árbol. La izquierda sueña con crecer a expensas del socialismo. El peronismo, el peronismo… bien, gracias.
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