Google+ Raúl Acosta: Comuna, intendencia, provincia y larvas

domingo, 4 de diciembre de 2016

Comuna, intendencia, provincia y larvas

Publicado en el diario "El Litoral", 04 de diciembre de 2016

El problema del mosquito como plaga y vector y su ciclo vital es tan sencillo de entender que algunas cuestiones que multiplican el tema, básicamente desidia y/o ignorancia y/o descuido (táchese lo que no corresponde) multiplican el tema y exasperan. La ciencias biológicas son, básicamente, investigación y divulgación.

Por cada mosquito un número importante de larvas, que cuando el mosquito está infectado allí se quedan, las muchísimas larvas, para nacer cuando corresponda y multiplicar la infección.

Cuando se mata un mosquito su historia termina, pero quedan 500 larvas esperando para recomenzar el ciclo.

Nadie, a poco que piense, puede suponer que llenando de humo el aire se matan las larvas porque, esto es elemental, están en el agua. El insecticida, recontra tóxico, no las afecta.

En rigor los encargados del tema deberían responder un cuestionario elemental.
  
¿Cuán grave es el problema con el virus del Dengue?
¿Cuáles son los hábitos del mosquito?
¿Cuáles son las medidas de prevención y cómo controlar la población de mosquitos?
¿Cuáles son les perspectivas a futuro, podremos librarnos del dengue?
¿De las otras plagas que llegan por el mismo vector?
¿Es posible que exista una solución que interrumpa su ciclo y los elimine en mayor cantidad y con menos toxicidad?

En comunas, municipios y en la mismísima provincia el tema es lateral. Un médico no sabe demasiado de control de plagas y los que están en el tema (control de plagas) se aferran a lo que conocen y no leen ni se actualizan. Son funcionarios, no investigadores. En muchos casos su fuente informativa es la lectura de diarios y revistas de actualidad y es con ésa esperanza que se escribe esta nota.
  
Los muchachos del CONICET saben del tema y a ellos habría que preguntarles. Los biólogos, entomólogos, los especialistas en los ciclos de “los bichitos” deberían ser consultados. Año tras año se debería actualizar la información porque siempre hay novedades en la ciencia debido al principio que la rige: la falibilidad.

Cuando los encargados del área (salud) dicen que van a fumigar las zonas donde se crían las larvas en realidad están diciendo “frastraslafra”, traduzco: nada serio, pura imaginación proselitista.

El método (discursos públicos sin ningún rigor científico) aflige porque la gestión pública necesita  especializarse y nadie confiaría los dineros del estado a quien  no conozca de eso, de los números y su uso correcto.

Nadie confiaría un avión a quien no fuese experto piloto. No es posible construir sin cálculos de materiales, pesos, resistencias, vamos, que sin ingenieros y constructores no hay edificios.

Las diversas formas del estado, desde la mínima comuna al gran centro urbano tienen un punto en común: los servicios. Instrucción, seguridad, salud. Los contratos de cada individuo con el estado tienen una relación que no ha cambiado. El estado provee la escuela, el policía y el médico.

Cuando en Rosario un concejal para frenar el dengue proponía vaciar el lago del Parque Independencia solo provocaba tristeza en los investigadores del tema. Mostraba aflicción pero la salud pública no es solamente eso. No se gestiona tan solo con angustia por el que sufre. En el siglo XXI gestionar es conocer y dar respuestas.

La naturaleza, se sostiene hace mucho tiempo, no es sabia, simplemente está programada. Responde ante cada estímulo. Ante cada intromisión a su programa original. Trabaja por “default”.

Los planes para “descacharrar” no los entiende el ciclo del mosquito. Rosario “descacharrada” no sería una ciudad sin dengue. Una guerra seria a las larvas, matándolas de inanición, alterando el Ph y su ciclo vital es fruto de una investigación y la aplicación de los estudios sobre el tema.

El verano de un año letal para el socialismo rosarino no aparece calmo con el dengue, el zika y la chikunguña que no estaban en los planes… ni en el conocimiento.

Hay, sin embargo, una diferencia positiva con otros problemas. Esto no es “narco socialismo” ni pueden acusar a la ciudad de ser el origen de todos los males. Aquello fue injusto y funesto. Esto es otra cosa.

Hablando de ”otra cosa”… Nadie reprograma el hábito alimenticio de las larvas para que se mueran. Si fuese fútbol: las larvas infectadas le ganan por goleada a las comunas, los municipios y la provincia. Con cada humano infectado la confesión: “hicimos mal las cosas”. No es negocio para nadie que el mosquito gane por goleada cada verano.

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