Publicado en diario La Capital, 12 octubre de 2016
Mientras Rosario
sigue inseguro (dos marchas fenomenales) y no se resuelve la paridad de género
para concejales y diputados provinciales (una marcha nacional conmocionante)
hay días que vuelve, íntegro, el Charlie. Este es uno de esos días.
“El ángel vigía
descubre al ladrón, le corta las manos, le quita la voz, la gente se esconde o
apenas existe, se olvida del hombre, se olvida de Dios”. Texto de Carlos García
Moreno, el Charlie, que en el mismo poema aseguraba: “Si las sanguijuelas no pueden
herirte, no existe una escuela que enseñe a vivir…”
Hay muchos,
políticos y actores sociales de primera índole, que insisten: “ ustedes, los
periodistas, no digan tantas cosas, que no le hace bien a la gestión, a la
gente, al porvenir…” con afecto e intimidad sostienen: “no se gana amigos ni
porvenir de este modo, quedan de aquel lado hoteleros, agentes inmobiliarios,
todos los políticos, empresarios, comerciantes…el que denuncia se queda solo en
estos casos…” Conviene escuchar los consejos en silencio. Y mirar los hechos.
Las marchas, las quejas, la indolencia, la violencia intratable de loquitos de
cualquier género.
Sostenemos (por
escrito) que el siglo XXI incorporó tres elementos revulsivos que la sociedad
sufre. Violencia urbana. Código narco. Corrupción estructural. Se agregan a la
deuda del siglo XX que los diferentes actores sociales no resolvieron:
Justicia social, democracia con seguridad y libertades. De esto siempre
conviene hablar. Ése es nuestro lío madre.
Este domingo,
9/10/16, Diego Veiga en La Capital escribía: "Antes, alguien ingresaba con
una herida de arma de fuego y se iba de alta cuando lo disponía el cirujano;
hoy eso cambió. Muchos se van de alta cuando los operadores territoriales
consideran que puede volver al barrio y no habrá represalias que derivarán en
su muerte, los médicos lo denominan "alta social", un nuevo
paradigma que alumbraron estos tiempos”
Repárese en el
testimonio que oferta el colega: El peligro de muerte queda en la sociedad, es
la sociedad, no la herida con la que ingresó al hospital.
Su nota nos acerca
otra observación. Con su queja sobre la gestión una izquierda contestataria y
poco práctica ha conseguido, en Rosario, impactar con los votos (el 20%
en 2015, acaso mas en el 2017) Sin compromiso con la gestión, la denuncia rinde
votos. Es un fenómeno rosarino que muchos periodistas y políticos esquivan. Es
inútil esconderlo: existe. Diego Veiga certifica la existencia de este juego de
la política partidaria: …“La díscola pata radical también está integrada por el
sector que lideran María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, quienes esta semana
profundizaron su alianza con un duro opositor al socialismo: Giros. Los ex
funcionarios de Lifschitz se mostraron muy sonrientes junto a los jóvenes que
cimentaron su estructura en una suerte de "demonización" del partido
creado por Estévez Boero. Para Giros, el socialismo trabaja para grupos
empresarios y no prioriza la cuestión social”.
El colega cierra
con una reflexión muy clarificadora:” Así, mientras la violencia cambia
estructuras, protocolos y altera viejas lealtades, los rosarinos piden alarmas,
gendarmes y leyes más duras. Tiempos de cambios que dejan al desnudo distintas
formas de hacer política”.
Advertencia
personal sobre ésa reflexión: será éste el advenimiento del siglo XXI, el fin
de las ideas, el triunfo de la política virtual…Dudas y solo dudas.
Ese mismo domingo,
en la columna de Mauricio Maronna, se consignaba: “La Nación le debe plata a la
provincia tras el fallo de la Corte Suprema por la coparticipación y Santa Fe
necesita un apoyo tácito del gobierno para el endeudamiento. Pero, además de
eso, la ausencia de efectivos federales comienza a ser leída como una promesa
incumplida del gobierno nacional en el territorio santafesino.
El inédito escenario
político de Santa Fe en relación con el resto de las provincias, sumado a que
es uno de los pocos gobiernos opositores que no abona al peronismo, tiene cada
vez más interés para el presidente de la Nación. En ese estado de las cosas,
Lifschitz deberá sacar fortaleza de la debilidad”…
Nada entre líneas.
Lifschitz es débil ante Macri y debe hacerse fuerte. La Nación debe 40.000
millones de pesos que no paga ni dice cómo pagará mañana. La Nación aún no
autoriza créditos externos de interés bajísimo que la provincia antes tomaba
(Reutemann / Mercier, pagos a tiempo, dos veces) y es la misma Nación que dice
Rosario está llena de narcos, mandamos la federal y desconfiamos de la policía
provincial porque son cómplices o descuidados, como la de María Eugenia, pero
ahí es peor y lo disimulamos y, por supuesto, la misma nación con quien
se debe negociar que verdaderamente lleguen, en serio, esas tropas de cuasi
ocupación, en mitad del litigio con el FPCyS en la persona de su
Gobernador, Lifschitz, mientras trata, Cambiemos, de tomar todo el poder, desde
el 2017, potenciándose en la elección de medio término, en alianza con
los radicales macristas, que debilitarían a Lifschitz a quien, sin embargo,
precisan para que no llegue el peronismo y/o el Frente Renovador a Santa Fe,
ambos con posibilidades serias de ganar, mientras el silencio de otros
socialistas complica la cocina de una elección electrónica y desesperada,
porque si no gana Macri la pifiamos. Uff. Demasiado.
Un
destrabalenguas bien estudiado. Los periodistas no pudimos inventarlo. No lo
podemos callar. Como es peligroso callar que la gendarmería no arregla nada. O,
mejor dicho: aspirinas para una fiebre de etiología múltiple, antigua, crónica.
Descuidada.
Lo dicho al
comienzo, en octubre hay días muy Charlie: “…pensando en el alma que piensa,
que por pensar en el alma, desarma y sangra…”… como Rosario.
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