"Ya hay reuniones entre intendentes y gobernadores para empezar a ponerle límites a una Presidenta que se manejó con ellos como quiso"
-Nicolás, ¿cuál es tu mirada sobre esta transición? ¿Estamos haciéndola de modo incorrecto? ¿De modo correcto?
Yo veo que no existe la transición, salvo en la provincia de Buenos Aires. Que se hayan reunido el jefe de gabinete nacional con el jefe de gabinete electo, Marcos Peña, no significa que se hay iniciado una transición. Es sólo una reunión. Una transición es algo mucho más serio, que se prepara. En otros países hay oficinas ocupadas para cuestiones como esta. En Estados Unidos creo que existe una sección de la Casa Blanca que se dedica especialmente a transiciones entre presidentes. Y me parece que no existe porque Cristina Kirchner se está yendo del poder como llegó, como gobernó: con un gesto muy autoritario.
Es muy difícil de explicar en el exterior. Yo tuve la suerte de hablar con medios de afuera y cuando les decía que no hay transición en la primer reunión entre el presidente electo y el que se va fue de 20 minutos, sin fotos, la orden fue que no se conozcan los verdaderos números de la nación, y la verdad que no lo podían entender, en España por ejemplo. Pero no me sorprende para nada, teniendo en cuenta que la presidente que se va a es Cristina Kirchner. ¿Qué pasaría si se abren ahora las cuentas del Central?, ¿si se sabe cuántas reservas hay?, ¿cuántas plata le debe le Tesoro al banco Nación? La verdad que se estaría admitiendo, el propio gobierno, que está quebrado. Algo que Cristina Kirchner no solamente niega sino que dice lo contrario.
-Una pregunta de concepto. El gobierno que asume, más allá que lo declare o no lo declare, es de centro derecha. Y en el resto del mundo no es un adjetivo calificativo despectivo, sino la mitad del mundo. Nadie se ofende por eso. Lo que se me ocurre es lo siguiente. Van a estar más cómodos algunos periodistas, como algunos políticos, que no van a tener que superar el Aconcagua de El Calafate y el Himalaya de Boudou para explicar un progresismo que, hasta ahora, se ha mostrado, en estos dos puntos que digo, sumamente corrupto y muy difícil de explicar. Va a ser más cómoda la posición de la centro derecha. ¿No lo ves así?
Veremos cómo arranca el gobierno. No sé quién es hoy de centro izquierda en Argentina. O sea, vos pensá que Prat Gay, que es un hombre del mundo financiero, fue aliado política, hasta hace muy poco, de Elisa Carrió. Me parece que ahí la semiología…
-Se fueron por el tacho.
Claro. Se mezclan completamente. Veremos qué medidas tome este nuevo gobierno para calificarlo. Así como no me pareció de centro izquierda el gobierno de los Kirchner en los hechos, más allá del relato, tal vez pase lo mismo con este gobierno pero para el otro lado. Habrá que ver. Lo veo a Macri más pragmático y, en un principio por lo menos, y después de resolver cuestiones muy urgentes y muy terribles que tiene que ver con la economía –yo no soy un especialista, pero por lo que me dicen va a ser muy complicado por lo menos ese tema-, y después í lo que va a haber, me parece, es una apertura más grande. Una apertura directamente. La prensa y el acceso a la información pública, que a los periodistas nos va a facilitar el trabajo. En principio, por ejemplo, ya va a existir una Oficina Anticorrupción, que la va a manejar Laura Alonso, se va a modificar la oficina esa y las normas que la rigen.
-Se supone que un sector del peronismo, o el total del peronismo, asumiría el rol de opositor. Lo que se me ocurre, y te lo pregunto, es que me parece muy difícil que alguien como la compañera Presidente pueda manejar el total de la oposición peronista.
Me parece que no va a manejar nada. Después de todo lo que lo castigó al partido y además, sobre todo, de cómo lo llevó hacia la derrota. Si vos ves las listas de los principales diputados y de cómo se manejó la Presidenta, prefirió siempre o eligió garantizarle, digamos, un futuro económico y de fueros a La Cámpora que a dirigentes históricos del peronismo que la acompañaron y que han hecho muchos trabajos para ella. Por ejemplo, Ricardo Echegaray, titular de la Afip, fue uno de los empleados más influyentes que tuvo esta gestión; si no asume la Auditoría General de la Nación, como él quiere, va a quedar en el llano, sin fueros. Lo mismo que Jorge Landó, el apoderado del Frente para la Victoria todos estos años. Roberto Feletti, por nombrarte un diputado, que fue el armó todo los dibujos del presupuesto en los últimos tiempos, tampoco está en un alista. Porque primero la Presidenta prefirió garantizar en el Congreso un bloque con gente de La Cámpora, que le respondan de modo absolutamente leal. Por lo que tengo entendido, ya hay reuniones entre intendentes y gobernadores para empezar a ponerle límites a una Presidenta que, hay que decirlo, se manejó con ellos como quiso. Si muchos perdieron en sus distritos, fue porque aguantaron durante todo este tiempo el método de conducción de Cristina. Y bueno, así les fue.
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