Google+ Raúl Acosta: El balotaje

lunes, 23 de noviembre de 2015

El balotaje

Editorial de La Vereda de Enfrente




Es imposible no hablar de las elecciones y del balotaje, que concluye, de este modo, en el 2015, con el electo presidente que nos gobernará desde el 11 de diciembre de 2015 hasta el 2019.

Primero, partamos de un hecho local y regional. Esto pone al Socialismo de Rosario y de la provincia de Santa Fe como único proyecto progresista -el Socialismo se declara progresista, no populista, han tenido siempre una confusión con eso, han votado todo lo del kirchnerismo como populistas siendo que son socialistas progresistas y se dicen no populistas-, pero los pone a la ciudad de Rosario y su gobierno, a la provincia de Santa Fe y su gobierno, como lo único Socialista progresista de la República Argentina.

Los otros gobiernos peronistas son feudales. Todos los gobiernos de las zonas marginales de la República Argentina son feudos, poco menos que inviables económicamente, sino fuera por la ayuda nacional.

El corazón económico y de desarrollo, de instrucción de la Repúblicas Argentina, no votó kirchnerismo como para que este triunfe. Triunfó la oposición al kirchnerismo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, provincia de Santa Fe, provincia de Córdoba, provincia de Mendoza. Desde el Atlántico, hasta la Cordillera de los Andes, en el medio hay una franja de oro que le dijo “no” al kirchnerismo.

Esto es así y no hay mucha vuelta sobre esto.

Ahora, ¿cómo quedan parados algunos sectores? De hecho, el sector que mejor que mejor queda parado es el sector periodismo político de izquierda de la República Argentina. El periodismo político de izquierda de la República Argentina se convierte en opositor nato desde hoy. Desde ayer. Y va a tener cuatr0 años de felicidad porque quien gobierna no es, de ninguna manera, un gobierno calificado –con comillas o sin comillas- de izquierdista. El gobierno nacional no es izquierdista. Los periodistas políticos sentados del centro hacia la izquierda van a estar felices. Tienen todos los días un hermoso despertar. Se levantan y pueden criticar. Hay allí una espalda imposible de resolver, que son estos doce años. Pero, muertos en el placard… Bueno, a lo mejor ayudan a facturar los muertos en el placard, porque de lo que estamos hablando es de opinión política y de facturación económica. En la ciudad, en la región y en el país, esto sucederá. Se pondrá en buen tono un periodismo de izquierda y diarios de centro izquierda que tenían que acompañar los dislates ideológicos del kirchnerismo por las dos razones: facturación y centro izquierda.

Eso es bueno, porque quedan claramente identificados quienes son los unos y los otros.

Desde el punto de vista de lo que se corresponde con la división de Poderes, la cuestión está clara. En la ciudad, el Socialismo es minoría. Y debe hacer alianzas para sobrevivir. En la provincia, el Socialismo ya tiene alianzas y no es minoría. En la nación, el gobierno de centro derecha Cambiemos, no es mayoría y no lo va a ser de ningún modo en las elecciones parciales del 2017. Pero hasta tanto llegue el 2017, es segunda minoría. Ni siquiera es primera minoría. Por lo tanto, el poder Legislativo, los legisladores de la República Argentina, cogobernarán de modo efectivo, desde el 11 de diciembre. De cómo se acomode el peronismo de Sergio de Massa, el peronismo del Frente Renovador y el peronismo del Frente para la Victoria, de cómo se acomoden para con radicales y macristas, será como se armen las comisiones, como se armen los votos, como se nombren tres jueces de la nación, habida cuenta que se jubila Fayt y una de las dos señoras dice “me fui”.

Esto está jugándose allí. Quiero decir, el Poder Legislativo tiene relevancia, existe. Deja de ser, como ha sido en el kirchnerismo, un apéndice, un escritorio de otra casa del Poder Ejecutivo. El Poder Judicial, ya está dicho, las señales son muy claras, los jueces están más sueltos, cada uno como en el Antón Pirulero, atiende su juego. Atender su juego significa que el que tiene la cola sucia en la justicia, en la justicia se la van a estar mirando.

Queda fuera de esto, por los dichos del compañero Macri en la noche, la venganza, la revancha, el ajuste de cuentas. No es una señal menor. La tuvo que aclarar hoy porque hay muchos con ganas de revancha. Hay muchos con ganas de revancha, como hay muchos kirchneristas con ganas de seguir odiando. Yo lamento a los colegas que siguen odiando, del mismo modo que lamento a los colegas que van por la revancha. Ninguno de nosotros deja de respirar por una u otra razón. Ninguno de nosotros deja de respirar por amor a Scioli o por amor a Macri. Y ninguno de nosotros respira mucho mejor por amor a Scioli o por amor a Macri. Pero, con lo años que tengo en esto, yo sé que cada uno de nosotros baila como los monos, según como sea el tintineo de las monedas en la caja. De modo que eso también sirve para que perdonemos nuestras deudas, así como nos perdonan nuestros deudores. O viceversas, o por ahí. Nunca supe bien el Padre Nuestro.

Lo que sí está claro, que por un problema generacional, aquellos que fueron echados de la plaza por Perón, porque querían hacer la revolución sin tener votos, “que se vayan esos estúpidos imberbes”, aquellos que se fueron porque querían hacer una revolución y no querían que los consagrase un voto, por un patapúfete de la casualidad histórica, en el 2003 se encontraron con que podían ser gobierno por los votos. Y creyeron que ese voto era eterno. Hoy estarán pensando, como el 1º de mayo del 74, cuando Perón los echó porque querían hacer una revolución sin votos y con balas: “en el 70 teníamos razón, porque los mismos votos que nos pusieron son los votos que nos sacaron”. Y esa revolución de pacotilla del 70 ha desaparecido. Está en retirada.

También está en retirada, con esa revolución de pacotilla del 70, todos los revolucionarios de pacotilla que no creen en el voto, en la democracia y en la alternancia. En el buen uso de la función pública, en el no robar en la función pública.



Claro que me gustaría muchísimo que investiguen los dineros que hizo la compañera Cristina siendo presidente. Claro que me gustaría. Pero mucho más me gustaría que no vuelva nunca más. Que desaparezca ese modo de hacer política en el que te enriquecés primero y te ocultás después. Que desaparezca. Ojalá esto, que es una moción de anhelo, suceda. Y no que se quede Macri. Que volvamos nosotros.

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