Nelson Castro en La Mañana Entera: "El peronismo ha perdido la ideología"
-Doctor, no hablo con usted desde que lo veía cubriendo la visita de Su Santidad a Estados Unidos. Y quiero felicitarlo, pero la verdad no envidiaba lo mucho que laburó.
Realmente, sobrevivir fue todo un milagro, para el Papa y para nosotros. Por suerte lo hicimos y te agradezco mucho la valoración. La verdad que fue una experiencia única e inolvidable para mí, en lo profesional y lo humano.
-Además, citemos este hecho, cuando se llega a un nivel como el suyo, en el que la conducción y los programas tiene una velocidad y un ritmo muy particular, volver al móvil… la pucha.
Pero a mí me encanta eso. Es un volver a vivir. A mí me encanta tanto la calle que siempre digo ojalá tuviera oportunidad de hacerlo más veces. Forma parte de la esencia periodística y me siento muy feliz haciéndolo.
-Doctor, la pregunta es sobre mañana. La reflexión es la que pedimos según como lo ve usted. Pero le digo lo que me pasó, estuve en una visita corta la mitad con amigos en París y la otra mitad con amigos en Madrid. Yo me iría a vivir allá si no fuese que soy tan argentino, como decía Félix Luna. Pero la pregunta era similar: qué es el peronismo y qué irá a pasar. No sé si no le tengo que preguntar a usted lo mismo.
Es muy difícil contestar esas dos cosas. Ojalá uno lo supiera. Hay dos cosas. Hoy el peronismo es una estructura utilizada para o legar el poder o mantenerlo. Ya ha perdido la ideología. Hoy, decir que es peronista es como decía Perón, con aquella anécdota de cuando le preguntaban en las elecciones y él decía “los radicales 30, los conservadores 20”, y cuando le preguntaban “¿y los peronistas?”, y él contestaba: “no, peronistas somos todos”. Argentina se transformó en un país muy peronista.
Realmente, desde el punto de vista de la metodología, de alcanzar el poder y el ejercicio del poder. Y ese es un verdadero problema, porque significa la utilización de las estructuras del poder para construir poder. Fundamentalmente a partir de lo que es la dependencia que de ese poder tenga la gente. Y ahí aparece el componente populista muy fuerte que tiene el peronismo. Y este es uno de los problemas que La Argentina ya tiene. Insisto, ya no es ideológico, es metodológico.
-¿Y respecto a mañana?
Es impresionante lo que está pasando en las redes sociales, porque hay una guerra de encuestas. Hay dos cosas ciertas. Mañana es el comienzo del fin de un ciclo. El kirchnerismo termina mañana, comienza a terminar. Lo que venga no va a ser como el kirchnerismo, así gane Scioli. Es decir, viene una Argentina en donde la búsqueda del consenso se impone como deseo y necesidad de la sociedad, pero también como necesidad de gobernar. Nadie va a poder gobernar de la misma manera que lo hizo Cristina Fernández de Kirchner en estos doce años y, sobre todo, en los ocho años de su gestión. Primero, porque no va a tener esa cuota de poder que tuvo Cristina de Kirchner. Y segundo, porque la sociedad hoy está diciendo mayoritariamente “no” a estas cosas. Esto es seguro que va a venir.
Ahora, quién gane, quién no, no lo sabemos; y obviamente el orden está sabido y no estoy violando ninguna veda diciendo que el primero será Scioli, el segundo será Macri y el tercero será Massa. La pregunta es si habrá segunda vuelta. Si hay segunda vuelta cambia el escenario político. Esto está claro. Y se genera para Argentina una experiencia inédita, que fuerza una negociación política con búsqueda de acuerdos necesarios en pos de que los dos lleguen van a tener que necesitar el aporte de terceros. Y eso puede ser una cosa interesante. Puede ser un aporte más en esta necesidad que tiene La Argentina de superar esta división de confrontación, que ha establecido el kirchnerismo, en pos de una Argentina de acuerdos y convivencia política.
-La pregunta final es sobre alguien que va a tener, si gana, cien mil policías con pistola al cinto, Policía Aeroportuaria, Prefectura, Gendarmería, Policía Federal, más las policías de las comunas, ese invento que hicieron. Temo mucho por provincia de Buenos Aires con Aníbal Fernández.
Por supuesto. Mirá, el que va a tener todo eso sin una política fija y de Estado, no tiene chances de hacer nada.
-Admítame la repregunta: ¿será Scioli un límite para ese Aníbal Fernández?
Yo lo voy a poner así: la experiencia de Scioli, en cuanto a la gestión de esto, es catastrófica. Vos ves lo que es la provincia de Buenos Aires, todo ese plan de Scioli es una mentira. Lo digo hoy porque lo he dicho permanentemente. Así que esto es algo clave. Ahora, Scioli sabe que va a tener en Aníbal Fernández una piedra en el zapato. Scioli tratará de convencerlo en la manera en que pudo haberlo masticarlo a Mariotto y todos estos. Habrá que ver cómo le va y cómo le da. Si Scioli ganara y consolidara poder, por supuesto que Aníbal Fernández será tan sciolista como fue kirchnerista, porque el peronismo es así. Scioli fue menemista, duhaldista, kirchnerista, y ahora será sciolista, si gana o lo que fuere. Ahora, el tema es mayúsculo. Por eso, si acá no se va a una política de Estado y un trabajo mancomunado, no hay posibilidad que tenga éxito lamentablemente, porque ya se ha visto en la República Argentina cómo son las cosas. Y obviamente, si hay algo que no puede exhibir Scioli en cuanto a gestión de poder, en realidad Scioli no puede exhibir nada, pero una cosa es esta, la de la inseguridad.
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