Mirada desde el sur por Raúl Bigote Acosta
(Publicado en diario El Litoral, 27 de septiembre de 2015)
La canción de la “Crónica cantada de La Forestal” dice: “... a Santa Fe al norte todavía...” y el poema refiere a la memoria que guardan los pueblos de aquella explotación del tanino. La deforestación, la tala a mansalva y la explotación humana. También de la pasividad, cuando no asociación cómplice de los gobiernos.
El estupendo trabajo de Hugo Gola, como la recreación de Rafael Ielpi, a partir de aquel trabajo de Gola, con música de José Luis Bollea, dieron origen a “La Forestal” que, en la década del ‘70 subió a los escenarios con relator y cantante. Años después, con una puesta más dramática, sin el trío original del “gordo” Bollea (ese bajo barítono excepcional que fue José Luis Bollea) y más músicas de Jorge Cánepa , ampliando aquella idea original, con Emilio Lenski, de relator, y Quique Llopis, como cantante, recorrió la provincia y el país. Néstor Zapata, secretario de Cultura de la provincia fue el “puestista”. La misma idea: contar aquella explotación.
Cualquiera que conozca la bota santafesina sabe de las diferencias más allá del río Salado y cómo la provincia es cuña boscosa y es Chaco boreal. A “poco que se mire Santa Fe es otra. Y es el embudo natural donde convergen las rutas y las esperanzas. Es Santa Fe la verdadera tierra de promisión para muchos, pero sin duda la puerta tecnológica, de actualización, de puesta en Siglo XXI de inmensas regiones que llegan al mar por estas rutas nuestras. Que llegan al mañana si se trabaja de manera conjunta.
“Santa Fe es Región Centro y la relación con Schiaretti será profundizada, claro que sí. Santa Fe no es NOA, pero es Crecenea...” y esa relación crecerá porque a Santa Fe le interesa y a las otras provincias también les interesa. Es la misma geografía, la misma ruta, historias parecidas y una solución común. Extender la puerta santafesina para que seamos un país hacia arriba, un mismo país más fácil de vivir es una tarea que hace falta y que se hará... El mismo río, el mismo quebracho, el mismo algodón y la misma lucha contra las contingencias. Una tarea conjunta sólo puede traer mejor mañana...”.
Las frases, que nadie pronunció, se encuentran implícitas en los 100 días del próximo gobierno. Claro que es continuidad, pero en esos 100 días planteará la diferencia de objetivos. Extender Santa Fe es abrir el espacio para que no haya sitios oscuros en los límites. Ni de producción ni de delito. El asunto es claro. Una tarea conjunta de las provincias resuelve pestes, operaciones, hospitales, planes de estructura y visibilidad de la región. Una región más visible es menos propicia a tareas oscuras...
A uno le queda la idea que serán 100 días de mucho trabajo. Eso es lo posible. Claro que habrá problemas económicos, porque el país los tendrá. No se llega bien, económicamente, a diciembre. Argentina llega mal y habrá recortes por todos lados el año que viene y a Santa Fe seguirán recortándole. Ésa es una tarea de diálogo, recuperar dineros propios es tarea de diálogos. Muchos diálogos. Con todos. Ángel Sciara dijo que se va, pero habrá continuidad en Economía, la señora Balagué ha sido y es estupenda. Garibay es un hombre de mucha confianza. Hay otros. La conversación con los radicales, partidariamente, tiene dos delegados que charlan todo. Estoy al tanto día por día. En la Cámara de Senadores son todos conocidos, fue mi cámara. En Diputados tengo amigos en las propias filas y muy buenos conocidos en las de la oposición. En el país, la incertidumbre no es la elección, es el país que aparecerá. Debemos estar muy convencidos de las prioridades y charlar permanentemente. La seguridad es una de esas prioridades y no se descubre nada nuevo diciendo esto, pero se debe trabajar en conjunto y mucho.
Trabajar no asusta...
Cercanas las fechas en que se deciden cosas (Scioli/Macri/Massa), en la provincia, las charlas son febriles. Y uno realiza un pedido, su pedido. Tengo demasiados años en esto, conocí personalmente a todos y a todos les he pedido una sola cuestión: que sigan tomando mates con la misma paz... y que compartan.
No hay por qué cambiar, me dijeron. No me gustan los mausoleos ni los escenarios con despachos inmensos. Y el mate es una costumbre demasiado metida en la vida, desde las épocas de estudiante... Ojalá.
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