Romper el vidrio

Mirada desde el Sur

Por Raúl Emilio Acosta

Se votó el 9 de agosto en la República Argentina. Las Paso: Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. La presencia de un solo candidato dentro de un frente, sirvió para testimoniar quiénes adhirieron, en primera versión, al candidato. Lo oficializaron.

Aquellos partidos que no tuvieron un candidato a presidente signando, marcando con su signo, la boleta, estuvieron en inferioridad de condiciones. Fueron minusválidos electorales. Cuidado. Lo mismo sucederá en octubre. El argumento de la minusvalía es real, pero debe indicarse que se repetirá.

Más allá de lo que diga algún analista interesado, lo que es visible para cualquiera es que los tres candidatos a presidente, en la provincia de Santa Fe, obtuvieron votos para sus listas de senador y de diputado.
Scioli lo tenía a Perotti. Macri lo tenía a Reutemann y tuvo sus votos. Massa/De la Sota lo tenían a Romagnoli, que era NN, pero tuvo sus votos.

Hermes Binner fue un minusválido en esta elección porque Margarita Stolbizer no fue un imán y no lo será en octubre. Los radicales fueron un poco con Sanz, otro poco con Macri, otro poco con Carrió. Y Binner salió cuarto. Podría haber salido quinto.

Sobre esto, dos cuestiones que es necesario indicar. La primera: cuidado muchachos, el máximo obtenido en el año 2015 por el socialismo fue del 30%. Binner (en soledad) no fue referencia y no lo retuvo; es la otra cuestión que deben entender los socialistas. La soledad del ombliguismo.

Vamos de nuevo. Binner gana la gobernación sobre un peronismo sin Ley de Lemas. Cuando Binner elige a Bonfatti como su sucesor, es Binner más Bonfatti en todas las fotos y así, peleando, le gana por tres puntos a Del Sel. Después viene la elección de Lifschitz, que en el 19 de abril de este año pierde. ¿Qué sucede? Sucede que en el 14 de junio la foto de Binner, Bonfatti y Lifschitz sirvió para que ese 30% le dé una gobernación a Lifschitz por menos de 1.500 votos.

La otra cuestión que debe entenderse acá es que el baile conjunto de Binner, Bonfatti y Lifschitz, para que Binner saque votos, no estuvo.

Yo creo que para octubre, más/menos 70 días, van a tratar de hacer algo de eso. Hoy, la imagen es Binner cuarto. En soledad.

Ya terminan su carrera política y Binner nunca le pudo ganar a Reutemann. No sé si Aarón Castellanos tendrá que ver con esto o no, pero es tan cierto que nadie puede esconderlo.

La otra cuestión, que nadie puede esconder, es que el peronismo tiene un líder. En la provincia de Santa Fe, el peronismo tiene un líder. Es Omar Perotti.

Más allá de Rafael Bielsa, un viajero que perdió; más allá de Agustín Rossi que quiso ser y no pudo, el peronismo tiene el hombre indicado en el lugar indicado. Personalmente, se puede tener o no tener afinidad con Omar Perotti, y se debe decir lo que es. Omar Perotti es el líder del peronismo y está pensando en la gobernación dentro de cuatro años. Hoy, la ganaría.

A no confundirse: Perotti, ya sin depender de los caprichos de la señora María Bielsa, es un líder peronista que apareció en la provincia de Santa Fe después de las Paso provinciales y del 14 de junio. Si Antonio Bonfatti desea ser gobernador, como si el intendente Corral lo desea, ése es el oponente. Hoy, les ganaría fácil.

“En caso de emergencia rompa el vidrio”, eso dice el sistema de seguridad de los edificios. Cuando Bonfatti, delante de un periodista, dijo que votaría a Scioli planteó una emergencia. “Chiqui” González, delante de dos periodistas, en otro programa televisivo, dijo lo mismo. No dijeron “yo voto Binner”, hablaron de la emergencia y romper un vidrio.

Un líder es, también, un territorio. Mauricio Macri en su territorio, le ganó a los Kirchner. De La Sota, en su territorio, le ganó a los Kirchner. Cobos le ganó a los Kirchner, también al gobernador, que era funcional a los Kirchner. Rodríguez Saá, en San Luis, les ganó a los Kirchner. El único que no ganó en su territorio es el socialismo.

Esa tríada que no se ha podido juntar: Binner, Bonfatti, Lifschitz, para explicar, al unísono, el Modelo Santa Fe.

En su territorio, el Frente Progresista Cívico y Social, perdió con Scioli. Los socialistas, desde el más alto cargo, confesaron que lo votarían. Y que su oponente es Macri. La emergencia. Para romper el vidrio. Opinión personalísima. Scioli no convalidaría el modelo Santa Fe.