Ese día se definen los candidatos en provincia de Santa Fe y Ciudad de Rosario.
Todos lo sabemos, solo hay dos posibilidades, ambas se llaman Miguel. Lifschitz y/o Del Sel . Las elecciones generales serán el 14 de junio. En lo ciudad de Rosario el próximo intendente será mujer. Repite Mónica Fein o le gana Anita Martínez. Socialismo o PRO Peronismo
En la provincia y en la ciudad cabecera (la capital sigue siendo ciudad de Santa Fe) el peronismo y el radicalismo están camuflados.
El peronismo gobernó desde 1983 al 2007 (Vernet, Reviglio, Reutemann, Obeid, Reutemann, Obeid). El radicalismo no gobernó nunca. En la ciudad de Rosario la UCR si. Horacio Daniuel Usandizaga (“si gana Menen renuncio”, dijo) Renunció y nunca mas volvieron
En el 2007 Obeid traiciona al peronismo provincial, obedece la decisión de NK , deroga la Ley de Lemas y gana un frente, el Frente Progresista Cívico y Social. Hermes Binner gobernador.
En el 2011 gana el FPCyS con Antonio Bonfatti gobernador. Segundo socialista en el cargo. Le gana por 30.000 votos a Miguel Del Sel, del PRO Peronismo.
Con los socialistas van los radicales, por detrás. Con el PRO Peronismo todo el peronismo centrista, el “reutemismo”.
El 19 de abril Miguel Lifschitz compite con un radical: Mario Barletta. Es solo un “amistoso”. Gana el socialista y entrecruzan las listas.
El socialismo apoyó, en el congreso, las mas duras leyes del sector K. Tenían mas afinidad, hasta cierta sociedad de ideas con NK. No sucede lo mismo con CFK. Aún hoy defienden Ley de Medios, YPF, Aerolíneas. Disputan la bandera del progresismo.
El radicalismo no comparte este criterio en el plano nacional, pero debe aceptar que los candidatos socialistas (fama de honestos, no tienen denuncias de robos ni enriquecimiento ilícito) aseguran puestitos en la provincia y la Ciudad de Rosario. El radicalismo no tiene un líder provincial después de la defección de Usandizaga en los ’90.
El socialismo necesita los votos radicales o no suma nada. Posee 300.000 votos rosarinos como techo posible. Se gana con 700.000 votos la provincia. Los proveen los radicales. Los aseguran con la dispersión peronista.
Si todo el peronismo votase a PRO Peronismo de Del Sel, Reutemann y Macri el socialismo pierde la provincia.
El sector K impulsa un candidato menor: Omar Perotti, diputado nacional con 70 de nivel de desconocimiento. Un K que es “ni”. Esperan un 15% de los votos. Recordemos que CFK es, finalmente, peronismo bonaerense. Su vicegobernador es un mandadero de Julio De Vido, se llama Alejandro Ramos, secretario en el ministerio de la corrupción. El de las obras públicas faraónicas y oscuras.
El segundo peronismo bonaerense está en problemas. Sergio Massa juntó doce apóstoles cuando dio el portazo. Uno de ellos Oscar “cachi” Martínez, diputado nacional K, como Massa. Tiene un porcentaje mínimo de intención de votos pero existe antes que Massa y este no lo puede “borrar”. Suponen que ayuda a que no gane el tándem del PRO. Eduardo Buzzi, es un problemón. No trabaja como candidato, su “pìecita de atrás” la conforman viejos reutemistas que traicionaron al Lole. No junta votos. Depende de Massa para el dinero pero ¿Quién pone dinero para salir tercero o cuarto…? ¿Cómo se devuelve? El punto mas delirante es que el candidato a intendente rosarino no quiere fotos con ningún candidato a gobernador de su sector, solo fotos con Sergio Massa. El ex intendente tigrense viene a la foto con alguien que juntará, como tope, 90.000 votos. No son pocos, pero solo sirven para consagrar un concejal en Rosario. Una furiosa inversión sostiene la ingeniería económica de estas candidaturas. Nadie quiere aclarar lo que oscurece. Y/o viceversa.
El tercer sector del peronismo bonaerense es el de Daniel Scioli. Solo representado por la senadora nacional Roxana Latorre. Esperarán mas allá del 14 de junio para juntar voluntades peronistas. Ya lo decidieron. No necesitan ni papelón ni inversiones espúreas en una provincia en la que no tienen otra cosa que votos posibles, de un peronismo tranquilo, para sumar a los K resignados a que Scioli sea el candidato de su sector. Parece lógica la jugada, con el criterio y el perfil del actual gobernador de provincia de Buenos Aires.
El radicalismo tiene, como corresponde a su historia de diáspora infinita, un sector compitiendo contra Lifschitz, para después exigir, proporcionalmente, puestos en el ejecutivo. No fueron ni serán titulares en gobierno, justicia, economía, trabajo, educación y cultura. Queda la charamusca, pero chapitas son chapitas. El otro sector está alineado con Jorge Boasso, radical rosarino, candidato a vicegobernador con Del Sel. Abominan del socialismo, lo emparentan con el kirchnerismo y aseguran que tendrán votos propios.
La provincia tiene 19 departamentos. En cada uno de ellos un senador provincial. Cada senador es un partidido utilitario. Tiene, entre sueldos y subsidios, una billetera de 400.000 pesos mensuales ¿Oyó? Juegan su propio partido. Los senadores radicales juegan a ganar su departamento a como de lugar. Los peronistas también. Estamos hablando, sin sonrojarnos, de 16 millones de pesos en el período. Hay un sólo senador socialista: Lifschitz. Departamento Rosario. Estos feudos pertenecen al Anton Pirulero. Cada cual atiende su juego. Los 9 radicales obvio, los peronistas y/o vecinalistas mas que obvio.
El fenómeno mas llamativo, pese a todo lo informado, lo oferta el socialismo. El actual gobernador, desde el 19 de abril, será la cabeza de lista de los diputados provinciales que jurarán el 10 de diciembre. Un doble comando raro. Antonio Bonfatti será presidente de la Cámara de Diputados si ganan o titular del bloque opositor si pierden ante Del Sel, Reutemann y Macri. Tiene el 70% de positivo. Tracciona. Será el Jefe Partidario del socialismo. Fiscal quien quiera que sea el gobernador. No es lo único llamativo. El Senador nacional Giustiniani también será diputado provincial. El primer intendente socialista, Héctor Cavallero igual. El actual ministro de gobierno, Rubén Galassi, el jefe de la bancada, que repite: Eduardo Di Poillina. Con ellos, por ley de cupo, tres mujeres socialistas de paladar negro. Nunca tantos socialistas jerárquicos en la cámara de diputados. El miedo a perderlo todo se empareja con la seguridad que no tenían resto para jugar en las grandes ligas nacionales.
Para las elecciones nacionales de octubre, que comienzan el 22 de junio, se calcula que presentarán a Hermes Binner como candidato a senador, para conservar votos. Y adherirán a Margarita Stolbizer, para tener un referente presidencial. Sin cable a tierra los votos se dispersan.
El PRO Peronismo hizo las cosas sencillas, pero no tanto. Los votos son del peronismo de centro. Esos los punteros, esos los diputados territoriales. Cerrar con un radical rosarino (Boasso) es bueno para Macri. No se sabe que votos juntará un partido que tiene radicales y peronistas en la misma lista. No se sabe.
Los que en el PRO Peronismo santafesino ven el triunfo de Macri están pagando campañas, de peronistas menores, para que no se sumen y quiten votos.
Santa Fe es el 11% del país en votos. Ni poco ni demasiado, pero es la primera de “las grandes”. El 19 de abril internas santafesinas. Una semana después CABA. Comienza o no comienza el tifón Mauricio, ese es el dilema.
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