Margarita Stolbizer para La Mañana Entera
Por supuesto que incidencia tiene. Cuando un país deja de pagar afecta naturalmente nuestras relaciones en el mundo. Y Argentina, como todos los países, pero especialmente los países en desarrollo, dependen sin ninguna duda de sus relaciones internacionales, de la posibilidad de inversiones que nos permitan producir y generar empleo, por lo tanto esto sin ninguna duda genera dificultades. Para que nos presten en el futuro nos va a cobrar tasas enormes que después se terminan pagando hacia adentro. Ahora, de todos modos creo que esto hay que analizarlo en un contexto de dificultades económicas que tiene el país. Porque la verdad tampoco hay que dejar que esta situación del default no tape las otras realidades. Yo le digo con sinceridad, me preocupa mucho más la suspensión y el despido de trabajadores por fábricas que tiene que cerrar o achicar sus producción, me preocupa más el impacto del impuesto a las ganancias en los trabajadores, la inflación, la calidad de inversiones. Todas estas cuestiones lo que van a hacer es agravar la situación de una economía que ya está en recesión, con una caída importante de la producción y el consumo, lo que hace es agravar y complejizar esto. Pero no dejemos de mirar las cuestiones que tiene que ver con nuestro interior profundo, las cuestiones que tienen que ver con correcciones que debemos hacer nosotros.
-Sobre esto, entiendo desde mi mirada de periodista, que inflación y recesión es el gran tema de fondo. Y sobre eso debe aplicarse algún correctivo serio. Y desde el punto de vista institucional el tema Boudou y la corrupción estructural son también de fondo. Le pediría un análisis sobre esto.
Por supuesto. Todas estas cuestiones no son neutras. Que un país tenga funcionarios del más alto nivel circulando por los tribunales acusado de corrupción, son cuestiones que también se pagan en el marco internacional porque Argentina dejó de ser un país predecible, un país confiable, entre otras cosas, por los malos comportamientos internos, las decisiones equivocadas que se toman internamente. Y tiene que ver, por supuesto, con las malas decisiones, cuando se decide no exportar carene en un país como el nuestro, obviamente que nosotros tenemos mercados, tenemos ingresos que nos gana, por ejemplo, Uruguay, y todo eso implica un mecanismo recesivo para nuestra economía también. Ahora, el gran problema que tiene Argentina durante todo este tiempo, y que está relacionado con la recesión y la inflación, es que estamos frente a un gobierno que no reconoce los errores, por lo tanto los correctivos no llegan nunca si uno no se hace cargo de los errores que comete. Y Boudou lo podemos contextualizar en esto, que son los errores, la Presidenta debería a esta altura reconocer el error de haberlo designado vice cuando este hombre ya estaba involucrado en una cantidad de maniobras irregulares y delictivas. Y hoy no se hacen cargo y no lo sacan, siendo que los elementos de pruebas que ya se han acumulado son tan contundentes que no resiste que este hombre siga estando en ese lugar. Eso le hace daño a la presidenta, al gobierno y por supuesto al país también. La única medida posible es que este hombre se vaya del cargo que está ocupando, que la justicia actúe, pero nosotros reclamamos también que sea el Congreso el que designe el enjuiciamiento político para la destitución del funcionario.
-Este año no se ha hablado tanto de unas cinco, diez medidas centrales en las que todos pacten que debe resolverse de ese modo cualquiera sea el que gobierne. ¿Estamos lejos de eso? Un mini Moncloa
En realidad yo creo que la dificultad que nosotros tenemos en este tiempo está ubicada en el próximo gobierno. No tenemos tantas dificultades en los partidos de oposición para firmar un documento común. De hecho hemos tenido participaciones comunes en algunas convocatorias que ha hecho la Iglesia, por ejemplo, por el tratado de personas, el narcotráfico. La oposición muestra en esto la voluntad de consensuar algunos temas de políticas centrales. Lo hemos hecho en el Congreso también, votando juntos en muchas oportunidades, promoviendo temas comunes, con la educación. Ahora, sinceramente, nos sirve que la oposición se ponga de acuerdo, definir una política de Estado es una política consensuada entre quienes piensan distinto, pero tienen que estar los que tienen posibilidades de ejecutarla. Ahora, yo tengo una mirada positiva sobre el futuro. La verdad que estamos pasando un momento extraordinario porque los que gobiernan tienen fecha de vencimiento. Dentro de un año se van. Entonces lo importante es construir una alternativa de reemplazo, que sea confiable, que sea seria, que tenga capacidad de diálogo, de construcción de consenso. Yo veo que algunas cosas que no podemos lograr en esta etapa por falta de voluntad de quienes están gobernando sí son posible para el período que viene.
-¿Qué viabilidad le ve usted al Frente Amplio UNEN sobre las elecciones del año que viene?
Muchísimas. El Frente Amplio UNEN tiene, primero que nada, esta ventaja de la amplitud, de la diversidad de sus composición. Y me parece que eso es bueno, interpretar a una sociedad que también es abierta, plural. Creo que es una buena decisión tener un frente con estas características de amplitud. Nosotros tenemos que avanzar rápidamente en un acuerdo político, ara que esa sea la base de un acuerdo de quienes piensan diferente o que están en partidos políticos diferentes. Lo otro que creo es que la gente va también cancelando un período y se empieza a dar cuenta que no puede elegir más de lo mismo, aunque se pongan distinto cartelitos, cambien la careta. Eso es lo que ocurre a veces con las distintas opciones. Nosotros creemos que ninguna de las alternativas, Massa, Macro o Scioli representan realmente una alternativa de salida a lo que nosotros tenemos. Hay que trabajar mucho para mostrar los rasgos distintivos. El principal tiene que ser una conducta ejemplar y un programa de gobierno que sea sustentable y capacidad para dialogar y construir consensos con otros. Y creo además que el Frente Amplio tiene como ventaja sobre los otros que somos los únicos que podemos garantizar que no vamos a pactar con la impunidad de los corruptos.
-Me interesaría que señale nuevamente los nombres. Me dijo Massa, Scioli y Macri. Los pone de aquel loado, con lo cual define una posición: "no vamos a la alianza con Mauricio"
A mí me da la impresión de que no es factible. Nosotros somos una fuerza política auto identificada con la centro izquierda, con el progresismo, entonces sería un disparate que teniendo tan buenos candidatos fuéramos a buscar un candidato de afuera que exprese ideas diferentes. Así de sencillo.
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