Entrevista a Margarita Stolbizer -diputada- para La Mañana Entera
-Anoche a las 11 de la noche para mí se produjo una bisagra en la realidad nacional, pero queríamos saber cuál es su opinión.
Por supuesto que comparto esta idea de una bisagra, porque el fallo de ayer del juez Lijo procesando al Vicepresidente por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública es gravísima.
Si uno lee además esa resolución del juez de más de 300 páginas, él hace incluso una descripción de la maniobra de corrupción que definen, justamente, cuando hay abuso en la función pública, cuando un funcionario abusa de su cargo para beneficiarse personalmente imponiendo sus intereses personales por sobre el interés público que él debería defender. Y eso es lo que ha ocurrido. Boudou tuvo la posibilidad en la declaración indagatoria de defenderse frente a todas las pruebas que el juez le mostró que se habían acumulado en la causa -que son muchísimas y muy contundentes- y no pudo ejercer su defensa porque hay cuestiones que son realmente determinantes. De qué manera Boudou, siendo primero Ministro de Economía y después Vicepresidente, benefició a la empresa presidida por su amigo Vandenbroele, para hacer varios negocios millonarios, no solamente la fábrica de dinero sino otros negocios; y este hombre vivía en su casa, en su departamento, no solamente pagaba las expensas y el cable sino que el juez Lijo dijo que pedía delivery de comida en la casa de Boudou donde vivía este hombre al que el Estado le dio contratos millonarios. Entonces, bueno, estamos frente a un hecho de una enorme gravedad institucional. Y creo que la Presidenta es la que se tiene que hacer cargo de esta situación, debería ya intimarlo para que vuelva de donde está al país y presente la renuncia.
-¿Usted pide la renuncia, Margarita?
Sí, por supuesto. Se la tiene que pedir la Presidenta, a esta altura y a no nosotros. Me parece que eso ya no es un tema de la oposición. Con el fallo del juez este tema excede a la oposición y creo que es el propio gobierno, y la Presidenta a la cabeza, la que tiene que hacerse cargo de esta situación y resolver la situación política del Vicepresidente.
-Ahora, la renuncia ¿no cerraría el capítulo legal y le daría una salida a este hombre?
No, son dos cuestiones distintas. La renuncia sería la salida de tipo política, nunca la penal, porque la causa penal que hay hoy es una causa que avanza, por supuesto, y que él esté afuera del gobierno mejora la situación porque no existe la presión de que la cause es contra un vicepresidente en ejercicio. Y es simplemente una salida política. No hay que olvidarse que el instituto de juicio político que establece la Constitución está justamente a los fines de la destitución, pero hablamos de destitución política, nunca de impunidad penal cuando hay delitos de por medio, como es este caso.
-¿La renuncia aliviaría al Estado?
Yo creo que sí, porque estas cuestiones no son neutras. Un país que tiene a sus funcionarios de más alto nivel pasando por tribunales por hechos de corrupción se paga en la pérdida de inversiones, en la pérdida de puestos de trabajo, en la pérdida de credibilidad y de previsibilidad que tiene que tener un país. Y ese es el costo que hemos tenido durante todos estos años con tanta corrupción.
-Se sabe que por números la oposición no alcanzaría jamás con la votación, en diputados o senadores no hay número para hacer un juicio político ni nada que se le parezca. ¿Qué cree usted que deben hacer ambas Cámaras?
Por eso decía, la Constitución establece que la Cámara que debe iniciar juicio político es la Cámara de Diputados, que es la que cumple la función de ser Cámara acusadora. Al Senado llega recién la acusación, no se puede iniciar por Senado. Y eso no puede ser ya un trámite solamente de la oposición. Es necesario que el oficialismo sea el que promueva este juicio político. Además este juicio político no implica una condena de antemano. Implica que se abre el instituto de juicio político, se lo presenta, se lo cita, viene a ejercer su defensa, no es una cuestión de destitución automática, siempre tiene que estar las garantías de defensa vigentes en el proceso, pero no tengo dudas que se debería poner en marcha este proceso.
-Margarita, podríamos decir así: esto jaquea al binomio, por algo es indisoluble el binomio, pero el tema de la deuda externa jaquea también –más que los compromisos- el último rezago de relato. ¿Qué cree usted que va a pasar de aquí en adelante?
Tengo la esperanza de que estamos atravesando un momento extraordinario para la Argentina, que es saber que este gobierno tiene fecha de vencimiento. Se van dentro de 18 meses y entonces lo importante es saber que Argentina tiene potencialidades, recursos económicos, naturales, humanos realmente extraordinarios, fuerza política para construir una alternativa de reemplazo. Nosotros estamos hoy trabajando en eso, tanto en el Frente UNEN como con Hermes Binner, a quien yo acompaño, porque la verdad que Argentina necesita tener un nuevo proyecto de país, con gente confiable, seria, ejemplar, que pueda aprovechar, en el buen sentido, las grandes ventajas que Argentina tiene para recuperar mercados, recuperar previsibilidad, el mundo internacional abre muchas oportunidades para Argentina que este gobierno ha desperdiciado. Yo creo que hoy hay que trabajar en cómo nos preparamos para el tiempo que viene.
-Sé que es absolutamente fantasioso o en todo caso inocente lo que le voy a preguntar: ¿qué consejo le daría usted a Cristina?
En este momento, en lo inmediato, sacarse a Boudou de encima, para transitar esta etapa de transición de la manera más tranquila y ordenada posible, y plantearse a sí misma la necesidad de que coopere con el gobierno que vaya a venir.
Si uno lee además esa resolución del juez de más de 300 páginas, él hace incluso una descripción de la maniobra de corrupción que definen, justamente, cuando hay abuso en la función pública, cuando un funcionario abusa de su cargo para beneficiarse personalmente imponiendo sus intereses personales por sobre el interés público que él debería defender. Y eso es lo que ha ocurrido. Boudou tuvo la posibilidad en la declaración indagatoria de defenderse frente a todas las pruebas que el juez le mostró que se habían acumulado en la causa -que son muchísimas y muy contundentes- y no pudo ejercer su defensa porque hay cuestiones que son realmente determinantes. De qué manera Boudou, siendo primero Ministro de Economía y después Vicepresidente, benefició a la empresa presidida por su amigo Vandenbroele, para hacer varios negocios millonarios, no solamente la fábrica de dinero sino otros negocios; y este hombre vivía en su casa, en su departamento, no solamente pagaba las expensas y el cable sino que el juez Lijo dijo que pedía delivery de comida en la casa de Boudou donde vivía este hombre al que el Estado le dio contratos millonarios. Entonces, bueno, estamos frente a un hecho de una enorme gravedad institucional. Y creo que la Presidenta es la que se tiene que hacer cargo de esta situación, debería ya intimarlo para que vuelva de donde está al país y presente la renuncia.
-¿Usted pide la renuncia, Margarita?
Sí, por supuesto. Se la tiene que pedir la Presidenta, a esta altura y a no nosotros. Me parece que eso ya no es un tema de la oposición. Con el fallo del juez este tema excede a la oposición y creo que es el propio gobierno, y la Presidenta a la cabeza, la que tiene que hacerse cargo de esta situación y resolver la situación política del Vicepresidente.
-Ahora, la renuncia ¿no cerraría el capítulo legal y le daría una salida a este hombre?
No, son dos cuestiones distintas. La renuncia sería la salida de tipo política, nunca la penal, porque la causa penal que hay hoy es una causa que avanza, por supuesto, y que él esté afuera del gobierno mejora la situación porque no existe la presión de que la cause es contra un vicepresidente en ejercicio. Y es simplemente una salida política. No hay que olvidarse que el instituto de juicio político que establece la Constitución está justamente a los fines de la destitución, pero hablamos de destitución política, nunca de impunidad penal cuando hay delitos de por medio, como es este caso.
-¿La renuncia aliviaría al Estado?
Yo creo que sí, porque estas cuestiones no son neutras. Un país que tiene a sus funcionarios de más alto nivel pasando por tribunales por hechos de corrupción se paga en la pérdida de inversiones, en la pérdida de puestos de trabajo, en la pérdida de credibilidad y de previsibilidad que tiene que tener un país. Y ese es el costo que hemos tenido durante todos estos años con tanta corrupción.
-Se sabe que por números la oposición no alcanzaría jamás con la votación, en diputados o senadores no hay número para hacer un juicio político ni nada que se le parezca. ¿Qué cree usted que deben hacer ambas Cámaras?
Por eso decía, la Constitución establece que la Cámara que debe iniciar juicio político es la Cámara de Diputados, que es la que cumple la función de ser Cámara acusadora. Al Senado llega recién la acusación, no se puede iniciar por Senado. Y eso no puede ser ya un trámite solamente de la oposición. Es necesario que el oficialismo sea el que promueva este juicio político. Además este juicio político no implica una condena de antemano. Implica que se abre el instituto de juicio político, se lo presenta, se lo cita, viene a ejercer su defensa, no es una cuestión de destitución automática, siempre tiene que estar las garantías de defensa vigentes en el proceso, pero no tengo dudas que se debería poner en marcha este proceso.
-Margarita, podríamos decir así: esto jaquea al binomio, por algo es indisoluble el binomio, pero el tema de la deuda externa jaquea también –más que los compromisos- el último rezago de relato. ¿Qué cree usted que va a pasar de aquí en adelante?
Tengo la esperanza de que estamos atravesando un momento extraordinario para la Argentina, que es saber que este gobierno tiene fecha de vencimiento. Se van dentro de 18 meses y entonces lo importante es saber que Argentina tiene potencialidades, recursos económicos, naturales, humanos realmente extraordinarios, fuerza política para construir una alternativa de reemplazo. Nosotros estamos hoy trabajando en eso, tanto en el Frente UNEN como con Hermes Binner, a quien yo acompaño, porque la verdad que Argentina necesita tener un nuevo proyecto de país, con gente confiable, seria, ejemplar, que pueda aprovechar, en el buen sentido, las grandes ventajas que Argentina tiene para recuperar mercados, recuperar previsibilidad, el mundo internacional abre muchas oportunidades para Argentina que este gobierno ha desperdiciado. Yo creo que hoy hay que trabajar en cómo nos preparamos para el tiempo que viene.
-Sé que es absolutamente fantasioso o en todo caso inocente lo que le voy a preguntar: ¿qué consejo le daría usted a Cristina?
En este momento, en lo inmediato, sacarse a Boudou de encima, para transitar esta etapa de transición de la manera más tranquila y ordenada posible, y plantearse a sí misma la necesidad de que coopere con el gobierno que vaya a venir.
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