Bueno, 30 años después veo la situación nacional muy parecida a lo que era el 83: hay una pelea de poderes, la sociedad está ajena a la política. O sea, pensemos que la política es el único movilizador social; hoy esto está reservado a los que tienen los gobiernos y a los que tienen los medios, y la gente está ajena a eso. Entonces estamos en una situación, yo le diría, de looping, hemos dado una vuelta de 30 años para caer en un lugar semejante. Y estamos entrando en contradicciones con respecto a las ideas de construcción de una sociedad.
- Para mí la diferencia es que en aquel momento había un bipartidismo. ¿Hay hoy bipartidismo?
No, hoy no hay política, no hay partidos políticos. Hoy son Estados los que pelean y Estados y corporaciones. O sea, tenemos el movimiento obrero, que se ha vuelto electivo, con mayor resultado pero lo intentó; tenemos el gobierno nacional; tenemos el gobierno de la ciudad; tenemos los grupos de poder de los medios de difusión, que están en un divorcio con el ejecutivo nacional, divorcio en una cama que yo no estuve. Eso está todo fuera de la realidad, son intereses y no necesidades.
- Hay un fantasma que creo que ha desaparecido, no sé vos, que es el de los militares y golpes de Estado.
Sí, también hay una contradicción en eso porque hace unos días veíamos a la presidencia y a las abuelas de Plaza de Mayo defendiendo a un sospechado –dejame ponerlo en esos términos- como Milani. Y el grupo Clarín defendiendo a los derechos humanos y haciendo énfasis en eso. Estamos en contradicción evidentemente. Y por menos que lo de Milani, hay muchas personas que van presas en este momento. Entonces, hemos perdido los valores, la pureza de los valores, los objetivos, las cosas que importan, el acceso de la población a la vida política.
---- En tu momento era cosa de locos cuando se te escuchaba hablar de los emprendimientos regionales, de los micro emprendimientos, de las economías regionales y un armado que sostenía que la economía bien manejada desde el Estado resolvía algunas cuestiones. ¿Qué hay de eso hoy?
Yo creo que el presupuesto se administra a sí mismo, la pelea de los que hoy aparecen como figuras políticas es una pelea por los presupuestos. No está la idea original que teníamos en el peronismo de que el dinero del Estado se usa primero para los humildes, y por el otro lado desarrollar una infraestructura económica que permita el desarrollo económico de los pequeños y medianos empresarios, porque las grandes concentraciones de capital resuelven todos los problemas. Hoy una minera te hace la energía eléctrica, te hace los caminos, te hacen una vivienda, todo en su zona de producción; entonces, lo que se necesita un Estado es que los presupuestos estén volcados a la gente, a los humildes y al desarrollo.
- ¿Hay posibilidades de entender a Argentina como un país peronista sin otra posibilidad de salida política?
Mirá, hay muchos peronistas pero muy poco peronismo. Esto es lo que tenemos que entender. O sea, hoy hay una cultura política peronista, excepto en Capital, donde se ve un avance no peronista muy fuerte sobre ese tema, y hay un ponerse – cómo explicarlo???- unos ponchos peronistas para entrar a la política. Está bien que el peronismo siempre fue amplio y tuvo grupos de derecha, de izquierda, y concentró y permitió el entrismo; pero hoy cuando ves Tucumán con título peronista te suena extraño, porque el gobernador tucumano –a quien conozco- era diputado radical. Tienen una evolución. Yo creo que la mayoría de los políticos que buscaron acercarse al poder lo hicieron a través del peronismo porque era mucho más fácil, entonces se mimetizaron de peronistas.
- La ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe son tu hábitat original. ¿Cómo las estás viendo?
Mal. Yo veo una falta de dirigentes. No nos olvidemos que los dirigentes que hoy están son los mismos que estuvieron en el 83 en mi etapa. Aparece Del Sel como un nuevo dirigente, que trabajaba en la provincia, era empleado de la provincia. Y los otros, Binner ya estaba en la política, fue funcionario del Hospital Centenario de Rosario, y el actual gobernador, Bonfatti era intendente de Las Parejas. O sea, no ha habido renovación en Santa Fe, sino que ha habido una consolidación de una fuerza no peronista a través de la abolición de la Ley de Lemas, que permitió esto y que está disgregando las posibilidades del peronismo en la provincia. Además tenemos un grupo de legisladores que están, yo diría, en un desorden, falta de orientación política del pueblo; y no quiero hablar de los senadores, que es mucho peor. No hay candidatos futuros.
- Haciendo historia, uno ve que tanto Cafiero con 25, como Hipólito Jesús Paz con 29, en la última etapa del peronismo fueron un paquete renovador generacionalmente. ¿La Cámpora sería eso?
No lo sé. Eso no te lo puedo decir. Porque La Cámpora entra como funcionarios rentados, parte del sistema de aprovechamiento de presupuesto del Estado. Lo mismo se observa en el PRO. Entonces es muy difícil de definir que eso sea una renovación. Sí que son gente que ingresa en la política y que, dentro de 30 años, va a seguir en la política. También con otros ponchos, hay que saber después de esta etapa dónde se recrean ellos mismos.
- Te la cambio. Cariglino, Pose, Macri, Insaurralde, Massa, estaríamos entre 35 y 45 años, esos dirigentesw son los que podrían –pongo el condicional- podrían manejar provincia de Buenos Aires en los próximos años en adelante.
Yo creo que esto es parte de un fracaso nacional. Creo que por sometimiento fracasaron como líderes los gobernadores. Por atarse a la caja los gobernadores se entregaron al poder. Y emerge un nuevo sector de la sociedad que, más que generacionalmente, son los intendentes –a los que yo llamo mini gobernadores-. Los mini gobernadores han salido a tomar el poder. Hay muchos dirigente que al no tener respuesta van ocupando un espacio. Lo han expresado en provincia de Buenos Aires y no sé cómo se va a replicar en el país.
- Dos cuestiones. ¿Cómo mirás la economía a través de la señora Cristina? La economía argentina a través de ella.
Yo lo veo muy mal. No por ella, sino por Moreno y el ministro de Economía –que no me acuerdo el nombre ni vale la pena acordarse-, y la desvirtud que tienen todos los índices de Argentina. Es un desorden, yo creo que la expectativa negativa es peor a la realidad de la economía argentina, es peor a la situación, porque nosotros vemos que todavía, nos guste o no nos guste, el dinero que entra por soja y entra por Brasil –pese a que Brasil se está achicando- sigue funcionando, y en la economía se podría hacer mucho mejor uso de los mismos. Creo que estamos en manos de inexpertos, pero creo que esto es consecuencia de una razón política que yo espero que, como pueblo, nosotros aprendamos. Cuando uno quiere una democracia hay que equilibrar fuerzas: un 54% de los votos permiten estos abusos. Esperemos que no le volvamos a dar el total de votos a otro porque nos va a pasar exactamente lo mismo, pero de otro lado.
- La pregunta es más un pedido que una pregunta. ¿Qué consejo le darías a Cristina para estos dos años que quedan, donde aparentemente todo viene de terremoto?
Que ya es tarde. Tuvo tiempo.
- Eso sería una conclusión, no un consejo.
Es difícil dar consejo. Yo creo que ella tiene que prepararse a un proceso de transición. Transición a lo mejor de partido o no, porque si lo hace bien puede terminar con una persona de su línea tomando la conducción de Argentina digo en la Nación. ¿Qué implica entrar en la transición? Desposeerse de uno mismo y de sus caprichos y gestionar en función del bien común. Que eso implica aceptar los errores cometidos, que es muy duro, sacar a las personas que no sirven. Esto le ocurrió a Alfonsín. Alfonsín, cuando perdió las elecciones de diputados, en vez de cambiar a favor de mejores figuras cambió a Tróccoli por el Coti Nosiglia, nos fuimos a una profundización de los defectos, de la búsqueda de lo propio como virtud. Eso es malo, y yo estoy notando que está haciendo eso. Entonces, primero que nada hay que desposeerse de uno mismo, pensar que es un tránsito. Yo lo digo desde mi punto de vista. Yo nunca estuve de acuerdo, vos te acordarás, con la re elección -Alfonsín me ofreció la reelección y yo dije que no porque sé que le hace mal al sistema democrático-, tampoco estoy de acuerdo con mandatos tan cortos de cuatro años, que no alcanzan para nada. Pero desde esta posición te digo, cuando vos tomas el gobierno como formación de tu propia personalidad es muy grave error.
Vernet, José María: Entrevista con Bigote Acosta para La Vereda de enfrente (20/08/2013).
No hay comentarios. :
Publicar un comentario