Google+ Raúl Acosta: @CFKArgentina. Carta Abierta

viernes, 23 de agosto de 2013

@CFKArgentina. Carta Abierta

Cristina, qué lejos estás.

Compañera, qué lejos estás. Qué lejos.

Sé que Borges no es un buen nombre, lo sé. En un poema insiste que el feo pecado es no ser feliz. No tenía buen trato con la religión el Jorge Luis. Se animaba a los dioses sabiendo que no le reprocharían, en vida, sus desplantes. Cristina: vos no sos feliz, pero eso es un pecado borgiano. No es un pecado cristiano. Tendrías que pensar un poco en vos, en la felicidad. No por Borges, por el ceño. Se le nota en el ceño a quien no es feliz. En la voz. En los ojos. En el desplante. En la revancha. En la intemperancia. No hay edad para dejar de ser feliz y siempre se puede empezar.

Compañera, qué lejos estás. Qué lejos.

Sartre, Juan Pablo, convocado a recibir un premio por ese ‘librito’ suyo La Náusea, sostuvo que de poco valía la distinción y el libro, también el libro, ante un niño que se muere de hambre. Sartre no es uno de los nuestros, pero la mención a los niños es exacta. En la nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños. Toda la concepción Sartriana, el mismísimo existencialismo no nos toca, somos justicialistas, una doctrina social cristiana que tiene su base en la Iglesia. Pero los niños son los niños. No sé si el franchute no leyó algo nuestro, habría que fijarse en las fechas, el peronismo es de 1943, del ‘45, del ‘46 y la Constitución Justicialista es de 1949. Seguro que Sartre vino después. Seguro. Como sea: un justicialista, un peronista debería luchar todas las horas de todos los días para defender esa bandera: los únicos privilegiados son los niños. O no se es peronista. Ni sartriano ni existencialista. Ni nada. Los niños, Cris. Los niños.

Compañera qué lejos estás. Qué lejos.

Carlos Marx hablaba de la plusvalía, la relación capital-trabajo y esas cosas del proletariado. Esas cosas confundían, el General fue más claro. Todo hombre debe producir al menos lo que come. Agregó: conozco una sola clase de hombres, los que trabajan. Cristina, hay algo que deberías perdonarle al General. Esa cuestión de géneros. Cuando se refería a hombres hablaba de raza humana. Humana varón y humana femenina. Vos entendés, como le dijiste al Papa. Vos entendés. Deberías. No hay gremialista bueno y gremialista malo. Son la columna vertebral del peronismo. Los obreros. La sola clase de hombres, los que trabajan. Para un peronista y/o una peronista todo es simple como un anillo. Los que trabajan, Cristina, los que trabajan.

Compañera, qué lejos estás. Qué lejos.

A mi abuela Pepa, a la abuela Josefa en la leva de 1948 la afiliaron al Partido Peronista Femenino. Con su Libreta Cívica Nº 0748361, su carné fue el 870. En el reverso del carné decía: “Todos son artífices del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”. Firmaba: Coronel Perón. El estatuto de la ancianidad, Cristina, daba mandato a las autoridades para que cuidasen a los viejos y especificaba obligaciones para con los ancianos. Ya estaban las cuestiones de la laborterapia y seguir siendo útil. Ya estaban incluidas. El peronismo cambió la mirada sobre la gente. Profundamente humanista, se decía del peronismo. No figuraba que le quitasen el sueldo por jubilación o pensión porque en el peronismo esas cosas no eran posibles. Quitarle la plata a un viejo no se concebía.

Compañera qué lejos estás. Qué lejos.

El peronismo resolvía las cuestiones económicas, industriales, de gremios, estudios, inversiones, crecimiento, de la relación entre los que trabajan y el país que se quiere con los planes quinquenales. El peronismo decidió sobre el futuro de un modo planificado, lo anunció. Esto somos y a este sitio queremos llegar. A un pueblo feliz, claro. No es posible llegar a un lugar si no sabemos cuál es ése lugar. Ni los estrafalarios de religiones de madrugada se animan a decir que no hay un sitio de llegada. Y quien tiene un sitio de llegada tuvo un sitio de partida. Desde el peronismo no se puede avanzar hacia lo desconocido. Perón indicaba el sitio y el modo. El síganme los buenos es de una serie infantil, la habrás visto. No es para un país, un pueblo y una doctrina como la peronista. O justicialista, si queres. Sin decir dónde vamos quién puede seguir a quién: ¿Es que no lo ves?

Compañera, qué lejos estas. Qué lejos.

El 25 del VII de 1949 Perón escribió: “Cambiamos definitivamente los antiguos procedimientos políticos. Hasta hoy hemos constituido nosotros un movimiento gregario; de hoy en adelante aspiramos a ser un movimiento organizado. En este sentido lo único que vence al número y vence al tiempo es la organización…”. Clarito el General. La organización vence al tiempo. Deberías organizarte, Cristina. No hay otro modo de vender al tiempo el tiempo, fijate, ha vencido al General. Desde el 1º de julio de 1974 el tiempo, granito por granito se está comiendo su reloj de arena. Hay muchos que ni siquiera saben de qué se trata cuando se dice Perón. Cuando se dice Evita muchos piensan en Madonna o en una ópera. Una llamarada la Eva. ¿Querrás inmolarte en el sacrificio por el pueblo argentino?, ¿ni un día de descanso, todo furia, todo alegato?, ¿sacarás a los oscuros vendepatrias de sus oscuras madrigueras?, ¿insistirás con el dogma: donde hay una necesidad hay un derecho?, ¿no tendrás ni un día de descanso y en 6 años darás vuelta la posición de la mujer en la sociedad?

Es tiempo de comenzar. No importan las alhajas, Evita las portaba. Importa el concepto. Niños, ancianos, mujeres ni un día de descanso Cristina. Pensalo. Manejalo.

Compañera, qué lejos estas. Qué lejos.

Cristina, deberías pensar en Francisco Urondo. Quién puede pensar en Paco Urondo. Hoy. Quién. Redondo intelectual, de la generación de Miguel Brascó, de Gastón Gori, poeta como Mario Trejo, Raúl Gustavo Aguirre, Edgard Bailey, Paco Urondo se hizo montonero. Sentó doctrina. La doctrina Urondo ha guiado a muchos montoneros. No a todos. Tal vez no la conozcas. En esos años vos ni en la tribuna de las asambleas estabas. No participabas. No participaste. Pero nunca es tarde para adherir a los sueños. O a las pesadillas. Paco Urondo perseguido por la cana y/o el ejército masticó la pastilla de cianuro, para no entregarse, para no traicionar, para que la tortura no lo hiciese confesar lo que no quería que se supiese. Paco Urondo mordió la pastilla y gatillo el revólver hasta el final. Murió. Fue por todo. Antes que la nada, la tortura, la traición, eligió la muerte. Volvió romántica su desaparición. Un ejemplo. Ni embajada ni sábanas limpias ni juicios de la once mil ciento diez ni películas seis meses después del estreno. Nada. Pastilla. Fue por todo. Eso fue allá. Siglo XX. Delirio. Te cuentan tantas cosas… te inventan tantos mundos querida Cristina. No tenes el amor y sin el amor no sos feliz. Nadie es feliz. Transmitís infelicidad.

Transmitís infelicidad. Enamórate. Fijate en los pibes, hay demasiados pibes muertos de hambre. Demasiados ancianos fregados. Sin Justicia Social ya no sólo no hay peronismo, no hay Argentina. Sin planes no hay plan ni proyecto, todohumo del peor. Sin clase obrera no hay infierno ni paraíso, no hay país sin clase obrera. Cristina; ¿es que no lo ves? Las amigas de tu vieja le deben decir, por lo bajo, cuánto ganan y cuánto valen los remedios. Y por Dios pensá, pensalo bien. No hay mártires en el siglo XXI, no por estos pagos. Nada de doctrina Urondo y mandar el país al carajo, nada de repetir las mentirosas frases de la historia oficial, frases del peor relato: “Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona…”. No Cristina, ni mastiqués la pastilla vos y tu gente, ni hagás que la mastiquemos los argentinos. No le des bola ni a Lanata ni a Verbitsky. Ni al Feinmann bueno o el Feinmann malo. Recordá a Borges, que no fue feliz. Enamorate. Sé feliz. Entregá el mando el 11 de diciembre de 2015 y confundite en un abrazo con alguien. Ni guita ni pilcha te harán falta. Ni lugar en la historia. Te prometo el mejor. El de la mina que recapacitó y dejó de joder. Y arrancó para el lado de la alegría.

3 comentarios :

  1. Pluma que traduce y clava el cuchillo dulce de la verdad a quien pueda escucharla.

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    1. besos en la frente, buena amiga. difundir es extender el pensamiento

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    2. Bigo, estoy atrasada con lecturas y demás. Hoy entré a mirar este Lar tuyo y veo que hay no sólo tantas Editoriales sino que estás subiendo las entrevistas. Lo aplaudo.
      De a poco iré leyendo y escuchando.
      Es imposible no difundir lo que a uno le llega.
      Un Abrazo para vos.

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