Los estudios hablan de familias disfuncionales. Si la familia es el núcleo de la sociedad debemos empezar a mirar, estudiar y afligirnos. Los argentinos somos absolutamente disfuncionales. Asumámonos. Sepamos, primero, que es una familia funcional.
En el google están, textuales, algunas definiciones. Fueron tomadas del infinito mundo de internet. Las caracterizaciones sobre familia funcional y disfuncional comportan la mas perfecta crítica a las actuales autoridades políticas. Cristina es, está claro, la mamá disfuncional. De una familia disfuncional, cabe aclarar. La gran familia argentina. Nosotros.
La familia funcional, tal vez la sociedad que anhelamos, por la que conviene trabajar, se describe así.
1. Los padres son y se comportan como padres y los hijos son y se comportan como hijos. Cuidar y crecer, respectivamente. Cumplir los roles, en realidad. Abastecer las necesidades básicas. Si el Estado no lo hace incumple. Poco puede pedir a los hijos.
2. La jerarquía es clara. Padre y Madre comparten el mando en forma alternada, y balanceada. No son los hijos, los alumnos, los estudiantes, los que resuelven. Aportan. Se los escucha. No resuelven solos
3. Los extremos para el comportamiento son claros y legítimos. Se cumplen y se defienden. Las leyes se conocen. El castigo es parte ínsita de la ley.
4. Las fases del ciclo vital y sus puntos críticos se atraviesan sin dificultad para identificar y resolver problemas. Nacimientos y muertes básicamente. Cambios de mando. Fin de los períodos de mandato.
5. Los miembros tienen capacidad para reconocer y resolver dilemas personales por medio de la comunicación abierta.
6. La comunicación es clara y directa. Libre.
7. Los miembros de la familia tienen identidad personal propia y se aceptan sin imponer comportamientos. No hay buenos (nosotros, yo) y malos (ellos, los demás) Eso indicaría un trastorno psiquiátrico.
8. Cada cual puede expresar lo que siente sin que se creen conflictos entre los miembros del grupo. La opinión se respeta. El bien de la familia es lo primero, en rigor: de la Nación, superior a cada una de sus partes.
9. Se admiten las diferencias o discrepancias de opiniones como necesarias en la interactuación familiar.
10. La conducta de cada miembro es consonante con su autoridad, sus deberes y su persona misma. Nadie habla en nombre del total.
11. Cada miembro invierte en el bienestar de otros. Todos trabajan y todos contribuyen al bienestar común.
12. El control de la conducta es flexible. Existe el perdón, basado en el afecto.
Podemos identificar a Argentina con una gran familia. Si y no. Los inmensos bolsones de injusticia social están fuera de la clasificación. Están en emergencia de vida. Si Cristina no ataca la pobreza basal no está cumpliendo con su tarea. La señora es más disfuncional de lo que parece. El hambre en el Chaco no es todo Capitanich. Las familias funcionales se escuchan los unos a los otros. Se aceptan las diferencias, los desacuerdos y los errores de cada quien. Se acepta la individualidad. Se promueve la madurez. Hay armonía en las relaciones. Se demuestran y manifiestan mucho contacto físico entre unos y otros. Se hacen planes juntos y todos disfrutan compartir . Confianza. Todos son honestos entre si. Ja. Ja. Ja. Es visible que esto no es Argentina. No somos funcionales. Estamos fuera de la posibilidad de crecer con tino.
Asumamos un diagnóstico. Una familia disfuncional es una familia en la que los conflictos, la mala conducta, y muchas veces el abuso por parte de los miembros individuales se produce contínua y regularmente, lo que lleva a otros miembros a acomodarse a tales acciones. A veces los niños crecen en tales familias con el entendimiento de que tal disposición es normal. El comportamiento anormal se propaga. Finalmente sucede la ruptura de los códigos que permiten la convivencia. Los nuevos entendimientos son temporales, nocivos, degradantes, inciertos para el equilibrio familiar.
Puede asimilarse la familia al peronismo y el peronismo a la sociedad argentina. Si y no. Un error común de las familias disfuncionales es la creencia errónea de que los padres están al borde de la separación y el divorcio. Si bien esto es cierto en algunos casos, a menudo el vínculo matrimonial es muy fuerte ya que las faltas de los padres en realidad se complementan entre sí. Esto no significa necesariamente que la situación familiar sea estable. Cualquier factor de estrés importante, como un traslado, el desempleo, una enfermedad, desastres naturales, la inflación, la violencia, etc, pueden causar agravamientos y que los conflictos existentes, que afectan a los niños, empeoren mucho. Esa es, a grandes rasgos, una familia disfuncional típica.
También es la definición del peronismo y sus arrabales. No se ha separado el peronismo de Cristina y no pedirá el divorcio. Las faltas, se insiste, se complementan entre si. Yo perdono tu corrupción, vos perdonás la mía. Las familias disfuncionales no tienen ningún límite social, ni financiero, ni intelectual. El concepto de una familia disfuncional no es tomado en serio por los profesionales (terapeutas, trabajadores sociales, maestros, consejeros, clérigos, politólogos, cientistas políticos y chantapufis diplomados, etc.) Sería aceptar la propia culpa en los vínculos familiares distorsionados. Quien describe Argentina desde el afuera es un extranjero o un tramposo.
Habrá quien objete el correlato de familia (padres, hijos) al de Argentina y sociedad. En estricto sentido analítico tendrá razón. Ante la pregunta de qué somos y qué es el peronismo se mantiene la oferta. Argentina y peronismo comportan un ejemplo de la más completa familia disfuncional.-
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