Una lectura minuciosa de la realidad provincial trae novedades sobre el esquema conocido. El norte contra el sur, con la capital santafesina como eje, sigue siendo el nudo controversial para entender Santa Fe. Con ese título ("Para entender Santa Fe", Homo Sapiens ediciones - 1997) publicamos un trabajo el licenciado Eduardo Seminara y quien esto escribe, hace ya muchos años. Números de la producción, perspectivas y la información política integraban el trabajo. Entonces la incidencia del sur sobre el norte en PBI, en granos, en exportaciones totales, era visible: 6.800 toneladas del sur contra 2.800 toneladas del norte (con redondeo). Rosario contra Santa Fe como departamentos, mano a mano en cifras, mostraba una diferencia más apabullante: 531 contra 106 toneladas. Los datos tomados en mitad del ciclo peronista de Menem (1995/6) no cambiaron porcentualmente. El sur es dos veces y media mas que el norte. Estamos descompensados.
La ciudad de Rosario asistió a una verificación. El postulado de la mesa peronista de actualización (Robledo, Trasvasamiento) fue ejecutado por el socialismo. Planificación central, ejecución descentralizada. Los distritos ejecutando políticas municipales quitaron la rémora burocrática del palacio. Con los años este parásito parecería dispuesto a reaparecer. Una vieja Tenia Saginata se pasea de lunes a viernes de 7 a 13. Alguien la alimenta.
La división de la provincia en cinco nodos, extendiendo el esquema rosarino de la división de tareas municipales, está en marcha desde 2007. Falta conclusión. No se ha concretado totalmente. Obras públicas, gobierno, son algunos ministerios en ejecución. Los que más pronto lo entendieron fueron Cultura (Innovación y Cultura) y Salud Pública. La provincia, a punto de quedar totalmente informatizada e interconectada en salud pública, es un logro que se supone importante y del que poco se alardea. La integración lograda con las propuestas culturales es valiosa. Pertenecemos a un territorio extendido y dispar. Los logros en salud como la eficaz tarea de cultura son dos medallas del gobierno socialista ampliado. El radicalismo acompaña, desde el 2007, esta propuesta. No discute mucho. No tiene razones. Tampoco gente de remplazo. El socialismo ya no tiene remplazos.
Cabe preguntarse, ante la posibilidad que finalmente se entienda que el tema de la policía santafesina es un problema complejo y que acepta varios abordajes, si está en los planes decapitar los burocráticos y complicados 19 departamentos. Argumentos falaces mantienen a los jefes policiales rotando según criterios dispares y favoritismos insólitos. Táctica, estrategia, oportunidad. Nada lo favorece. Territorio, administración y ejecución sincronizada. Un ministro que centralice y cinco cabeceras para ejecutar. Con políticas distintas para distintas necesidades. Reconquista no es Rosario y Malabrigo no es Funes. No hay racionalismo que aguante que un jefe de Reconquista se siente a leer el diario en una comisaría del sur rosarino. Tampoco que de Malabrigo el comisario sea trasplantado a Pérez. El dinero si, centralizado. Los pagos. La provista. La tecnificación. La informatización. Las investigaciones internas muy ejecutivas. El escalafón. Al policía que tiene conocimientos teóricos y trabajo de campo aumentos y ascensos. Al resto cursos de adaptación. Un cuerpo policial ignorante hace cosas que ignora. Un ministro ignorante de la realidad policial hace desastres que ignora. Un teórico de la política de las fuerzas de seguridad, sin información de campo y en funciones reales, es una necedad que solo ejecuta según su perfil. Necio. No ignora: niega. Hay premeditación y alevosía. Ha sucedido.
Una mirada mas profunda en el territorio trae revelaciones que no admiten réplica. Solo la constancia que se está en posición de aceptar el problema y comenzar a solucionarlo es un buen dato. Un dato esperanzador. No hay, no hay un número relevante de policías rosarinos. Mas claro. Muchachos y chicas nacidos a orillas del Paraná. Criados en la pampa gringa, consolidados con los soles del estío de estas tierras. No hay. Hay muy pocos. No hay. No están inscriptos en la escuela que los formará. Chacabuco al fondo. Cortada Marcos Paz. Calle Jazmín. Rivarola, cuatro más allá de Provincias Unidas, por donde vive el padre Melgarejo. Dale. Andá. Gutemberg. Ecuador. Grandoli. Andá y vení. Imposible patrullar sin conocer. Imposible defender sin aceptar. Dificilísimo integrarse sin ser uno mismo. La policía (la cana) no es el invitado mejor recibido en ningún jolgorio en la región. La muchachada del sur no quiere ser policía. Cambio y fuera. Punto.
Es imposible patrullar un territorio que no se conoce. Hay mas asuntos que tratar: la formación es deficitaria. Los policías recibidos de policía con cuatro meses de preparación son un problema que se arrastrará por años. Cuatro meses y a la calle. Sucedió. Están trabajando. Todos dicen yo no fui. Alguien fue. El régimen de ascensos (y descensos) es realmente intrincado. Y lo dicho: cómo se puede de la jefatura Tostado pasar a Casilda o mejor: a la 18 de Rosario. Rotar por las oficinas de los 19 departamentos no asegura casi nada y empeora casi todo. Hoy, hoy mismo un policía que viva en Nelson querrá envejecer en esa casa y en esa comisaría. Y no digan que es igual un policía que una policía en estos casos de arraigos y desarraigos.
El territorio, el mismo territorio que tiene una toponimia diferente, tiene también comportamientos diferentes en salud y educación, en cumplimiento impositivo, en relaciones sociales. En política. Es sobre ese territorio que se hace necesario mirar dos veces. Esta policía provincial es hija de estos habitantes. El socialismo está tomando nota que se sube al lomo y corcovea o el potro se lo lleva puesto.
El FPCyS es y el PJ fue el gobierno, Vernet, Reviglio, Reutemann, Obeid, Binner, Bonfatti fueron jefes de la policía. Aún lo es Bonfatti. Dos son las propuestas de la sociedad. Hoy el PJ no llega a gobernar más de 100 villorrios, comunas y municipios. El total de las comunas e intendencias peronistas no suman mas del 25 por ciento de los votos de la provincia y, de hecho, el peso de Santa Fe y Rosario fue, es y será decisivo. Algo se perdió desde 1983 a 2007. Y algo ganaron los socialistas y sus asociados, el radicalismo y grupos focales afines: minibloques aristas, coalicionistas y pedepistas. Todo sumó. En el pejota todo restó. Es otro el territorio desde 2007 a la fecha.
La policía barata, la trata, la salud, el paco, el agua, la inflación, el gobierno nacional chantajeando y la plata que no alcanza, la justicia laxa, ciega, chanta, la luz, las pistas de aterrizaje de los narcos, pederastas internacionales, gas, inundaciones y sequías, delincuencia con menores involucrados, seguridad, el narcotráfico, la inflación, mujeres golpeadas, escuelas en bancarrota, subsidios, kioscos barriales de droga, monos y garonpas, transportes, la corrupción policial, las rutas, las bandas. Barras bravas. Robos. Manotazos. Comisarías cárceles, El asalto piraña. Parece un tango: como olvidarte en esta queja (Discépolo). Es el territorio. El siglo 21. Deberíamos entenderlo mejor.
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