Google+ Raúl Acosta: Una ganadora, muchos colados

lunes, 24 de octubre de 2011

Una ganadora, muchos colados

Monumentitis

El sufijo “itis” refiere a inflamación”.

Si es del tendón la llamarán tendinitis; si es del apéndice habrá apendicitis. Si quien se inflama es El Monumento a la Bandera será una Monumentitis.

La palabra no existe. El Monumento no es un organismo y, por tanto, no debería inflamarse. Lo hace. Lo hemos visto henchido de patriotismo en algunas fechas en que la Patria celebra, intentando encontrarse.

Lo estará si Central vuelve a primera división y si Ñul gana un campeonato.

Los acontecimientos del corazón lo aceleran y muchos escuchan sus pulsaciones. .

Pertenece de un modo absoluto a la ciudad. Tanto que puede creerse que late

No se ignora que los novios en el mejor/peor día tienen sus fotos con el fondo del río, las luces, la lámpara votiva y lo suyo: la llama. Para sellar la foto del amor el fondo es El Monumento. El sitio pertenece a los enamorados.


Es fácil entender que el corazón llevó el festejo, este domingo 23 de 0ktubre, al centro plural de Rosario. Por la noche se acercaron al sitio: Córdoba y el Río. Estaban citados para las 20. Tuiter. Facebuc. Correos. Telefonazos.

Calle Córdoba es “la” calle de la ciudad. Siguiéndola se llega al Monumento y al río Paraná, al pariente del mar. De todas partes se llega a ésa calle, a la que quieren cambiar el nombre. Tiemblan muchos (acompaño el temblor) al advertir que Río de la Plata fue una decisión de los conquistadores y, a todas luces, es una mala traducción. ¿Que nombre le pondrán, los fiscales del nomenclador, a todo lo conocido, que ahora deberemos empezar a conocer de otro modo?

En el cambio de nombres, que significan afectos (un nombre sin afectos es un olvido inmediato) es una enfermedad argentina. Somos grandes cambiadores de afectos. Debido a los ojos chuecos creemos que cambiando el nombre olvidamos, pero no es así. Pocho Leprati, asesinado, no es intercambiable por calle Presidente Roca. Las estudiantinas no reivindican, se divierten espantando. Es otra cosa.

Esta administración central en la que siguen firmes el prevaricato, la corrupción y el favoritismo, como antes, ha propuesto otro sistema de recuerdos y olvidos. La amnistía incluye, desde el 23 de oktubre a la noche, a muchos irredentos de la cruda derecha. También los festivos: la bullanguera cofradía de los que saltan, más allá de sus prontuarios y sus años. Se han sumado los redimidos de la nada, inorgánicos de ayer, nostalgiosos de la pistola y la cimitarra. Han crecido los participantes de la más importante logia peronista: la logia del 29. El día de los ñoquis. No fue de ellos el triunfo pero, ay, cómo quitárselo. Para los empleados Kristina es la jefa. No están equivocados. El 55% de los votos dicen algo más. No les importa.

No está mal ser un ñoqui. No está mal pertenecer a ésa logia desde 1982, 1984, 1990. Lo que está verdaderamente mal es no decirlo del modo mas claro. Pertenezco, cualquiera sea el gerente. Mi partido es el que gobierna. Siempre.

El tren de las confusiones agrega más y más vagones. “La Campora”. Los “rossistas” de Agustín Rossi. La agrupación Evita. Los dimes y diretes abundan. A mayor crecimiento distintas interpretaciones del fenómeno nacional: peronismo. Ganó el peronismo. Ganó la jefa. Todos ganaron.

Las más nuevas y las más viejas agrupaciones. El G.O.U. el laborismo. Las modernas, con olvidos organizados. Por lo pronto el 22 de agosto Evita no renunció a nada. El 17 de octubre de 1945 (este sin K, por favor) no se formalizó el ágora trucha (“donde estaba, donde estaba...) y el 1º de mayo de 1974 Juan Domingo Perón no rajó a los estúpidos imberbes de la plaza de mayo. El 1º de julio del mismo año no murió. Chabela ni siquiera es nombre, es sobre nombre. No existió.

Todo, absolutamente todo está por verse. Para muchos la liturgia recién cumplirá un año este 27 de oktubre, a un año de la muerte de Néstor Kirchner, en la misma semana que su viuda se ha convertido en la presidenta de los argentinos por 4 años más.

La presidenta ha dicho: “no soy neutral”, con una carga de vehemencia, también de coherencia; sus dichos la ubican mejor que a muchos de sus seguidores. Seguidores que aparentan neutrales y son más bruscos, opacos y traidores que el más duro villano de la peor fotonovela colombiana, de las que se miran en la nueva argentina todas las tardes. La señora fue clarita. Una vez más. Seré presidente una vez más y me voy. Ella, de ningún modo el peronismo. Faltan cuatro años.

El peronismo no fue, no es, no será neutral. Eso es así y muchos no peronistas creen que lograrán que se comporte (el peronismo en el poder, es decir, en su única casa) según su propia definición de democracia, diálogo, minorías y votos. No es así. En todo caso no es así el peronismo y deberían saberlo. No es así CFK y también deberían saberlo. Si algo tiene esta viuda es que se trata de una personalidad exacerbadamente peronista, un peronismo plus, recargado. Un bonus track de fortalezas y debilidades que posee el único cuerpo nacional: el peronismo,

Los que de todos lados confluyeron en El Monumento Nacional a la Bandera a festejar, el 23 de oktubre de 2011, un triunfo que, en muchos casos, no fue propio, no sorprendieron. Lo que se corresponde y lo que se esperaba. Los nombres claros, los escondidos, los malhadados, los aprovechados. Los apresurados y los retardatarios. Los une el desenfado y la prepotencia. Esconden dineros malhabidos, crímenes organizados y promesas traicionadas. Esconden llagas y cicatrices. Exhiben esperanzas. Dos palabras bailan en cada elección: Interminables. Imperdonables. Se fabrican en la interna. Las devoran (las palabras) los de afuera

En Rosario el peronismo no festeja algo propio hace mucho tiempo. Ha festejado algo lejano. Suya fue la noche del domingo. Suyo será el futuro. Al menos cuatro años.

Los entusiasmados salieron al festejo con sus mejores armas. El grito, el alarido y el disimulo de sus propias revanchas.

No será fácil encontrar argumentos mañana. La televisión llevó la imagen. Allí están, se los ve en los resúmenes semanales de los canales de noticias gritando la euforia, la alegría, el sentimiento.

El Monumento recibió al peronismo, el domingo a la noche, con Neptuno desnudo, mirando al infinito desde sus ojos glaucos. Si se fija bien el objetivo detrás está Lola Mora; sus obras, claro, apuntan a una igualdad de género reivindicada. Todo remite a un centro popular. Vamos más allá: las patas en la fuente.

La Monumentitis del domingo a la noche es lo que debe ser, un síntoma, debemos averiguar la razón de la inflamación. Los diversos estilos de peronismo, los diversos peronismos en confrontación, la espera contenida, las vacunas internacionales que no dan resultado. Un poco de todo. Seguimos enfermándonos.

No todos los novios van a retratarse en sus escalinatas. No todos los canayas festejarán el ascenso al pié de El Monumento Nacional a la Bandera ni todos los leprosos el campeonato. Dentro de 4 años habrá otro domingo de oktubre como el que pasó. Todo indica que habrá otra “Monumentitis” pero, pero. Deberán fabricar, en 4 años, un liderazgo del 55% de los votos. Parece demasiado compromiso. Por lo demás falta, falta.

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